Edición Familiar: Ytzjak y Esav (Toldot 5780)

EDICION FAMILIAR: YTZJAK Y ESAV (TOLDOT 5780)

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Esta Edición Familiar es una guía al ensayo principal de Convenio y Conversación que puedes leer aquí.

IDEA CLAVE DE LA SEMANA

El amor ayuda a sanar tanto al que ama como al amado.

Toldot cuenta la historia de los hijos gemelos de Ytzjak y Rebeca: Yaakov y Esav, ¡que luchaban entre ellos aún antes de nacer! Le habían dicho a Rebeca que a pesar de que Esav nacería primero, Yaacov sería el que continuaría el pueblo judío. Pero Yaacov no estaba seguro de esto, y un día convenció a Esav de que le vendiera la bendición especial que le correspondía como primogénito. Rebeca entonces ayudó a su hijo Yaacov a vestirse con las ropas de Esav y fingir ser su hermano, engañando a su casi ciego padre Ytzjak para que le dé a él la bendición del primogénito.

Cuando Esav lo supo, se escuchó un grito amargo, y a pesar que Ytzjak trató de hacerlo sentir mejor al darle una bendición sólo para él, la rabia de Esav permaneció. Rebeca, temiendo que Esav matara a Yaacov por venganza, le dijo a Yaacov que huyera muy lejos, a Jarán, donde él podría quedarse con su hermano Labán.

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Crees que Rebeca y Yaakov  hicieron bien al engañar a Ytzjak?

La pregunta es perturbadora. ¿Por qué amaba Ytzjak a Esav? El versículo lo afirma explícitamente: “Ytzjak, que tenía predilección por la carne de animales de caza, amaba a Esav; pero Rebeca amaba a Yaakov.” (Génesis 25:28) De cualquier forma que se lea, el versículo es problemático. Si se lee literalmente, sugiere que los afectos de Ytzjak estaban dominados más por su preferencia por un tipo determinado de comida que por otra cosa. No hay duda alguna de que en la Torá esa no es la forma en que se gana o se da el amor.

Rashi, citando un Midrash, sugiere que la traducción de esa frase, “que tenía una predilección por la carne de animales salvajes”, en realidad se refiere a Esav, leyendo que “tenía la caza en su boca,” queriendo decir que usaba la boca para embaucar y engañar a su padre con sus palabras. Esav engañaba a Ytzjak haciéndole creer que era más espiritual y devoto de lo que era en realidad. Pero si miramos el texto original en la Torá, sugiere sin lugar a dudas que había un vínculo genuino de amor entre Esav e Ytzjak.

Aquí hay otra forma de entender su relación: Quizás Ytzjak, que amaba a Esav, no desconocía la naturaleza de su hijo mayor. Sabía lo que era y también lo que no era. Sabía que era un hombre de campo, un cazador, de temperamento mercurial, fácilmente inclinado a la violencia, rápido para la ira, pero igualmente veloz para la distracción y el olvido.

También sabía que Esav no era el hijo que pudiera continuar el pacto. Eso está claro por la diferencia entre la bendición dedicada a Yaakov en Génesis 27 (creyendo que era Esav) y la de Génesis 28 para Yaakov, sabiendo que era Yaakov.

La primera bendición, destinada a Esav se refiere a la riqueza – “Que Dios te otorgue el rocío del cielo y la gordura de la tierra” –  y al poder  “Que los pueblos te sirvan, que las naciones se inclinen ante ti.” La segunda bendición, destinada a Yaakov cuando estaba por dejar el hogar, es sobre los hijos –  “Que Dios Todopoderoso te bendiga y te haga fructificar e incrementar tu número hasta ser una comunidad de pueblos” – y sobre la tierra: “Que Él te conceda a ti y a tus descendientes la bendición dada a Abraham, para que puedas tomar posesión de… la tierra que Dios le dio a Abraham.” Las bendiciones patriarcales no son sobre riqueza y poder, sino sobre los hijos y la tierra. Por lo tanto Ytzjak sabía en todo momento que el pacto sería continuado por Yaakov, y no fue engañado por Esav. ¿Cuál era entonces la fuente de su profundo amor por Esav? Yo creo que la respuesta es que el amor de Ytzjak por Esav era incondicional. No ignoraba quién o qué era. Pero igualmente lo amaba, aun cuando no amaba todo lo que hacía – porque Dios nos ama, incondicionalmente, aun cuando no ama todo lo que hacemos.

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Todos los padres aman incondicionalmente a sus hijos? ¿Todos los hijos merecen ser amados incondicionalmente?
  2. ¿Ytzjak amaba en forma diferente a Esav e Yaakov? ¿Era esto una forma justa de ser padre?

Un aguatero en China tenía dos cántaros grandes, cada uno colgado en un extremo de un palo que transportaba en sus hombros. Uno de los cántaros tenía una grieta, mientras que el otro estaba en perfectas condiciones y siempre llevaba toda su agua desde el arroyo hasta la casa. Pero al final del largo camino desde el arroyo hasta la casa, el cántaro roto sólo llegaba con la mitad.

Por dos años completos esto pasó a diario, con el aguatero entregando sólo un cántaro y medio llenos de agua a la casa. Por su puesto, el cántaro sano estaba orgulloso de sus logros, justamente para lo que había sido creado. Pero el pobre cántaro agrietado estaba avergonzado de su propia imperfección, y se sentía miserable que sólo pudiera cumplir con la mitad de lo que había sido creado para hacer.

Después de dos años de lo que le parecía una falla amarga, el cántaro agrietado habló con el aguatero junto al arroyo. “¿Por qué no me descartas y compras un cántaro nuevo?, el otro cántaro debe ser tu favorito. Estoy avergonzado, porque esta grieta en mi costado hace que el agua caiga a lo largo de todo el camino hacia tu casa.”

El aguatero sonrió y le dijo: “Siempre supe de tu grieta, y me gusta mucho. ¿Acaso no has notado que sólo hay flores a un lado del camino? Eso es porque planté semillas de flores en tu lado del camino, y cada día mientras caminamos, tú las has regado. Por dos años he podido recoger estas flores hermosas para decorar la mesa. Si tú no fueras de la forma que eres, no existiría esta belleza para honrar la casa.”

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Cuál es el mensaje de esta historia y cómo se conecta con nuestra parashá?
  2. ¿Crees que es difícil para los padres amar incondicionalmente y de la misma forma,  a dos niños muy diferentes?

El amor incondicional de Ytzjak hacia Esav se puede comprender mejor si examinamos tres extraordinarios silencios en la Torá. El más destacado es: ¿Qué le pasó a Ytzjak después del episodio de la ligadura? Leyendo el texto en Génesis 22, se observa que apenas el ángel impide a Abraham sacrificar a su hijo, Ytzjak desaparece completamente de la escena. El texto nos dice que Abraham volvió al lugar donde estaban sus dos sirvientes, pero no hay mención alguna de Ytzjak.

Este es un profundo misterio que desconcertó a los estudiosos. Algunos llegaron a afirmar que Ytzjak efectivamente había muerto en la ligadura y que después fue resucitado. 

El segundo silencio sigue a la muerte de Sara. Leemos que Abraham hizo su duelo por Sara y lloró por ella. Pero el deudo principal era su hijo. Tendría que haber sido Ytzjak el que liderara el duelo. Pero no se lo menciona en todo el capítulo 23, el que refiere a la muerte de Sara y sus derivaciones.

La tercera conversación faltante es en la narrativa en la cual Abraham ordena a su sirviente buscar una esposa para su hijo. No existe registro en el texto de que Abraham haya consultado a su hijo Ytzjak, o aún de haberle informado su intención. Abraham sabía que se estaba buscando esposa para Ytzjak, el sirviente de Abraham lo sabía, pero no sabemos si lo sabía Ytzjak ni si tenía alguna opinión al respecto. ¿Él quería casarse? ¿Tenía alguna preferencia en particular de cómo debía ser su mujer? El texto guarda silencio. Sólo cuando regresa el sirviente con la futura esposa, Rebeca, aparece Ytzjak en la narración.

Otro detalle en el texto en sí es significativo: “Ytzjak vino de Beer Lahai Roi.” ¿Qué era ese lugar? Se lo menciona anteriormente sólo una vez. Es donde el ángel se apareció ante Hagar cuando, encinta, huyó de la casa de Sara que la trataba con dureza (Génesis 16:14). Un ingenioso Midrash cuenta que cuando Ytzjak oyó que Abraham había enviado al sirviente para buscarle una esposa, se dijo a sí mismo, “¿Puedo yo vivir con una mujer cuando mi padre está solo? Voy a buscar a Hagar para él.” Más adelante el texto nos dice que “después de la muerte de Abraham, Dios bendijo a su hijo Ytzjak que vivía cerca de Beer Lahai Roi.” (Génesis 25:11) Sobre esto, el Midrash dice que aún después de la muerte de su padre, Ytzjak vivió cerca de Hagar y la trataba con respeto.

¿Qué significa todo esto? Sólo podemos especular. Pero los silencios significan algo, sugieren que aun  un sacrificio interrumpido tiene una víctima. Ytzjak puede no haber muerto físicamente pero el texto parece hacerlo desaparecer, literariamente, en estas tres escenas en las que su presencia debía ser central. Tendría que haber estado allí para saludar y ser saludado por los dos sirvientes tras el retorno seguro del Monte Moriá. Tendría que haber estado presente en el duelo por la muerte de su madre Sara. Tendría que haber estado para por lo menos comentar, con su padre y su sirviente, algo acerca de su futura esposa. Ytzjak no murió en la montaña, pero parecería que algo de él sí murió, solo para resucitar cuando se casó. El texto nos dice que Rebeca “se convirtió en su esposa, y que él la amaba; e Ytzjak fue reconfortado luego de la muerte de su madre.”

Ese parece ser el mensaje de los silencios. El mensaje de Beer Lahai Roi parece indicar que Ytzjak nunca olvidó cómo Hagar y su hijo Ishmael – su medio hermano – fueron expulsados. El Midrash dice que Ytzjak reunió a Hagar con Abraham después de la muerte de Sara. El texto bíblico nos dice que Ytzjak e Ishmael se pararon juntos ante la tumba de Abraham (Génesis 25:9). De alguna forma, la familia dividida se reunió, aparentemente a instancias de Ytzjak.

Si esto es así, el amor de Ytzjak por Esav es fácilmente comprensible. Es como si Ytzjak hubiera dicho: yo sé lo que es Esav. Es fuerte, salvaje, impredecible, quizás violento. Es imposible que sea la persona a quien confiar el pacto con sus requerimientos espirituales. Pero este es mi hijo. No lo sacrificaré, como mi padre casi me sacrifica a mí. Me niego a echarlo, como hicieron mis padres con Hagar e Ishmael. El amor por mi hijo es incondicional. No ignoro quién o qué es. Pero igualmente lo amaré aun cuando no amo todo lo que hace – porque Dios nos ama, incondicionalmente, aun cuando no ama todo lo que hacemos. Yo lo bendeciré. Yo lo tendré cerca. Y creo que algún día ese amor puede hacer de él una mejor persona de la que habría sido de otra forma.

En este acto de amar a Esav, Ytzjak redimió el dolor de dos de los momentos más difíciles de la vida de su padre Abraham: el haber echado a Hagar e Ishmael, y la ligadura de Ytzjak.

Yo creo que el amor ayuda a sanar tanto al que ama como al amado.

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Cómo el amor sanó y redimió a Ytzjak?

“El amor es la energía que Dios plantó en el corazón humano, redimiéndonos del narcisismo y el solipsismo, haciendo al otro humano u Otro Divino no menos real de lo que yo soy para mí mismo, y por lo tanto fundamentando nuestro ser en aquello-que-no-soy-yo. Uno no puede amar a Dios sin amar todo lo bueno en la situación humana.”

Ceremony & Celebration, p.225

  1. ¿Crees que Ytzjak y Rebeca fueron buenos padres?
  2. ¿Cuál crees que es la fuente del dolo de Ytzjak? ¿Cómo lo ayudó el amor a sanar?
  3. ¿Crees que Ytzjak fue crítico con su padre al tener una estrategia diferente de paternidad?

¿Quieres ganar un Sidur con los rezos diarios semanales de Koren Aviv? Este Sidur ha sido diseñado para ayudar a los jóvenes a explorar su relación con Dios así como los valores, historia y religión de su pueblo. Envía un correo electrónico a: CCFamilyEdition@rabbisacks.org con tu nombre, edad, ciudad y una pregunta u observación sobre la parashá de Convenio y Conversación Edición Familiar. Los participantes deben ser menores de 18 años. Cada mes seleccionaremos dos de las mejores, y ambos recibirán un Sidur dedicado por el Rab Sacks! Gracias a Koren Publishers por la amabilidad de donar estos maravillosos Sidurim.

en pocas palabras

  1. ¡Esta es una pregunta capciosa! Claramente, este es un caso en que hay que elegir entre valores que compiten entre sí, y ellos creían que estaban haciendo lo que era en el mejor interés del (futuro) pueblo judío. No parece haber ninguna sugerencia de que esto fuera para obtener algún beneficio personal. El judaísmo cree en los valores de la verdad y la honestidad y cuando se trata de relaciones, la honestidad es siempre la mejor política. Además, de acuerdo a la forma en que el Rabino Sacks lee la historia, Ytzjak tenía más conciencia de la situación que lo que Rebecca y Yaakov creían. Al final, tanto Yaakov como Esav recibieron las bendiciones apropiadas para ellos, y Yaakov finalmente se convirtió en el siguiente de los patriarcas del pueblo judío. Según el Rabino Sacks, ese fue siempre el plan de Ytzjak.

LA IDEA CENTRAL

  1. Si bien nos gustaría creer que hay una inclinación humana inherente a ser un padre bueno y amoroso, algunos padres luchan con esto. Todos los humanos son falibles, y todos los padres cometen errores. La norma en todas las sociedades (incluso en el mundo animal) es que a los padres les resulta natural cuidar y amar a sus hijos. Por supuesto, que cada niño merece (y necesita) ser amado incondicionalmente, y en los casos en que este no es el caso, el estado a menudo intervendrá con el fin de proporcionar un ambiente propicio y de cariño en algún otro lugar.
  2. A veces esta historia se interpreta de una forma que sugiere que Ytzjak amaba más a Esav que a Yaakov y que Rebeca amaba más a Yaakov que a Esav. El Rabino Sacks está sugiriendo un enfoque significativamente diferente. El amor de Ytzjak por sus dos hijos bien pudo haber sido el mismo, pero la crianza de ellos fue diferente. Y este es el enfoque ideal para la crianza. Cada niño es diferente y tiene necesidades diferentes, y un buen padre entenderá eso y trabajará duro para guiar a cada uno de sus hijos de una manera única para ellos, para satisfacer sus necesidades individuales.

UNA VEZ SUCEDIÓ…

  1. Si bien nos gustaría creer que hay una inclinación humana inherente a ser un padre bueno y amoroso, algunos padres luchan con esto. Todos los humanos son falibles, y todos los padres cometen errores. La norma en todas las sociedades (incluso en el mundo animal) es que a los padres les resulta natural cuidar y amar a sus hijos. Por supuesto, que cada niño merece (y necesita) ser amado incondicionalmente, y en los casos en que este no es el caso, el estado a menudo intervendrá con el fin de proporcionar un ambiente propicio y de cariño en algún otro lugar.
  2. A veces esta historia se interpreta de una forma que sugiere que Ytzjak amaba más a Esav que a Yaakov y que Rebeca amaba más a Yaakov que a Esav. El Rabino Sacks está sugiriendo un enfoque significativamente diferente. El amor de Ytzjak por sus dos hijos bien pudo haber sido el mismo, pero la crianza de ellos fue diferente. Y este es el enfoque ideal para la crianza. Cada niño es diferente y tiene necesidades diferentes, y un buen padre entenderá eso y trabajará duro para guiar a cada uno de sus hijos de una manera única para ellos, para satisfacer sus necesidades individuales.

PENSANDO MÁS PROFUNDAMENTE

  1. Los silencios identificados en el texto de la Torá sugieren que Ytzjak fue marcado por su experiencia de la Akedá (Ligadura de Ytzjak). Fue sólo a través de asegurarse que demostró amor incondicional a su propio hijo, que se sintió reivindicado y redimido de su propio dolor. Esto lo expresó en su amor incondicional por Esav.

ALREDEDOR DE LA MESA DE SHABAT

Estas preguntas son todas abiertas, para fomentar el pensamiento y el debate. No hay respuestas equivocadas. Sin embargo, aquí hay algunos pensamientos a considerar:

  1. Es importante no juzgar a otros cuando no estamos en posición de entender su realidad. Sin embargo, mantenemos como modelos a seguir a nuestros patriarcas y matriarcas, a pesar de sus defectos (que la Torá no rehúye en resaltar). El enfoque del Rabino Sacks para la historia destaca aquí el buen abordaje de la crianza que tuvo Ytzjak, tomando un enfoque de crianza a la medida y único para cada niño, basado en el amor incondicional.
  2. No podemos estar seguros, pero parece implícito que el quiebre de Ytzjak, expresado en su desaparición del texto hasta que vuelve a entrar en la historia con su matrimonio con Rebeca, se debió a la experiencia de haber estado a punto de ser sacrificado. Tal vez el saber que su padre Abraham estaba dispuesto a sacrificarlo, y priorizar su amor por Dios sobre su deber como padre y el amor por su hijo, causó su silencio y ausencia de la historia. El dolor de Ytzjak sólo fue redimido cuando él mismo tuvo la oportunidad de ser padre, y priorizar su amor por sus hijos por sobre todo lo demás. Esto fue un cierre catártico para él.
  3. Insinuado en el enfoque que estamos tomando aquí de la historia hay una crítica implícita de la crianza de Abraham. Tal vez Abraham no mostró amor incondicional por su hijo, e Ytzjak creía que la base de la crianza debe ser el amor incondicional. Es un fenómeno común que los hijos elijan criar a sus hijos de manera diferente a la que sus propios padres lo hicieron con ellos, incluso dando muestran compasión y comprensión a los “errores” de sus padres.

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Traducción y edición

  • Iair Salem
  • Carlos Gómez
  • Inés Jawetz
  • Abraham Maravankin