Edición Familiar: Iosef y los riesgos del poder (Miketz 5780)

EDICION FAMILIAR: IOSEF Y LOS RIESGOS DEL PODER (MIKETZ 5780)

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IDEA CLAVE DE LA SEMANA

El poder político puede provocar daño – las políticas deben ser humanitarias y los políticos, humildes.

La parashá de esta semana empieza con Iosef en su peor momento, encadenado y olvidado en la prisión. Pero cuando el Faraón se encuentra perturbado por dos sueños, su mayordomo recuerda que Iosef es un intérprete que podría ayudar a explicarlos. Iosef le dice al Faraón que el sueño contiene una profecía: habrán 7 buenos años en Egipto, seguidos por 7 años de sequía y hambruna, pero también le dice al Faraón que él tiene una solución para ese problema – depósitos de almacenaje durante los años buenos para ayudarlos a sobrevivir los años malos. El Faraón queda impresionado, y nombra a Iosef como ser su Primer Ministro. Solo el Faraón en persona es ahora más poderoso que Iosef. 

La hambruna afecta a Canaán también y la familia de Iosef se esfuerza por obtener alimento hasta que Yaakov envía a sus diez hijos mayores a Egipto a comprar sacos de comida. (¡Egipto era el único lugar con mucho alimento a raíz del plan de Iosef!) Los hermanos llegan ante Iosef, pero no lo reconocen, porque ahora Iosef ha crecido y se viste y habla como un egipcio. Iosef, sin embargo, los reconoce inmediatamente. Sin revelar quién es, Iosef crea una situación para ponerlos a prueba. Les pide que vuelvan con su hermano menor, Benjamín, y entonces acusa a Benjamín de robarle. La prueba es esta: ¿abandonaran otro hermano de la misma forma en que abandonaron a Iosef, o han aprendido a ser mejores hermanos? ¡Debemos aguardar hasta la parashá de la próxima semana para saberlo!

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Cómo obtuvo Iosef su nuevo trabajo? ¿Lo había planeado?

La historia de Iosef en Miketz nos muestra la transformación más radical y súbita de la Torá. Iosef, en un solo día, pasa de la nada a héroe, de ser un prisionero que languidece olvidado en una celda, a Primer Ministro de Egipto. El segundo hombre más poderoso del país, que controlaba la economía de la nación.

Hasta ese momento, Iosef ha estado pocas veces en control de sus eventos. Le “hacían cosas”, en lugar de ser él el “hacedor de cosas”. Primero su padre, luego sus hermanos, después los midianitas e ismaelitas, luego Potifar y su esposa, más adelante el alcalde de la prisión, todos manejaron su vida. Demostró un talento especial para comprender sueños, pero los sueños también son cosas que ocurren, no que se eligen.

Entonces, después de explicar el sueño del jefe de mayordomos, Iosef se dio cuenta que el jefe de mayordomos pronto estaría en una posición en la que podría ayudarlo a ser liberado de prisión y le pidió que lo hiciera – ¡un acto decisivo! Sin embargo, el mayordomo “no recordó a Iosef, se olvidó de él.” Este intento de tomar el control de su vida falló. A pesar de ser el centro de la historia, Iosef aún no tenía el control.

Súbitamente todo esto cambia. Se le pide a Iosef que interprete los sueños del Faraón. Pero él va mucho más allá. Primero, interpreta los sueños. Son una profecía de los próximos catorce años. El pueblo corre peligro de morir de hambre durante siete años de hambruna. Pero con un rasgo de genialidad, Iosef resuelve el problema. Almacenar un quinto de la cosecha durante los años de abundancia, que será suficiente para alimentar al pueblo durante la escasez.

El Faraón está tan impresionado que le da a Iosef la tarea de llevar a cabo el plan. A la edad de 30 años, él se convierte en el hombre más poderoso de Egipto, junto al Faraón. Viaja por todo el país, organiza la recolección de granos y asegura que el almacenaje sea seguro. La cantidad es tan vasta que, en palabras de la Torá, dejó de contarla porque sobrepasaba su capacidad de registro. Cuando terminan los años de abundancia, su posición es aún más dominante. Todos acuden a él por el alimento. El mismo Faraón le ordena a su pueblo: “Vean a Iosef y hagan lo que él les dice.”

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Cuál es la fuente del poder y autoridad de Iosef?
  2. ¿En qué tipo de líder se convirtió Iosef?

Una vez, un hombre no judío visitó al gran Rabino, Shamai, diciendo que le gustaría convertirse al judaísmo si le podían enseñar toda la Torá mientras estaba parado en un pie. Shamai se puso furioso ante la idea de que se estaba burlando de la Torá, o que pudiera ser enseñada en pocos minutos, entonces tomó un palo que tenía cerca y alejó al hombre.

Después, el mismo hombre no judío se acercó a Hillel, un Rabino tan estudioso y respetado como Shamai, al que le hizo el mismo pedido. Hillel sonrió, y resumió toda la Torá en una oración: “Todo lo que realmente necesitas comprender es esto: Eso que no te gusta a ti, no se lo hagas a otra persona. Eso es la Torá completa, el resto es sólo una interpretación de eso. ¡Ahora ve y estudia!” Hillel convirtió a ese hombre al judaísmo.S<

Shabat 31a

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Por qué Shamai reaccionó de la forma en que lo hizo? ¿Qué le dio derecho?
  2. ¿Qué tipo de valores podemos apreciar en Hillel por su comportamiento y estilo de liderazgo?

La segunda mitad de la historia cambia el enfoque de Iosef virrey de Egipto, controlador de la economía, a Iosef, hijo de Yaakov y su relación con sus hermanos quienes, 22 años antes, lo habían vendido como esclavo. Es esta la historia dominante de los próximos capítulos, culminando con el discurso de Iehudá al comienzo de la parashá siguiente.

Una de las consecuencias de todo esto es que tiende a desplazar la actividad política y administrativa de Iosef al fondo. Pero si leemos cuidadosamente – no solo cómo comienza, sino cómo sigue – descubriremos algo inquietante. La historia es retomada en la parashá de la semana siguiente en el capítulo 47. Describe una secuencia extraordinaria de eventos.

Comienza cuando los egipcios han usado todo su dinero para comprar los granos. Se presentan ante Iosef diciendo que morirán si no acceden al alimento y él les contesta que lo entregará a cambio de su ganado. Ellos aceptan voluntariamente: le llevan sus caballos, asnos y ovejas y demás animales. Al año siguiente cambia el alimento por la propiedad de la tierra. El resultado de estas transacciones es que en un breve período – aparentemente apenas tres años – le ha transferido al Faraón todo el dinero, ganado y propiedad privada con la excepción de la tierra de los sacerdotes, que él permitió que retuvieran.

No solamente eso, sino que la Torá nos dice que Iosef “trasladó la población de cada ciudad, de un extremo de Egipto al otro” (Bereshit 47:21) – medida que produjo una reubicación que más adelante fue utilizada contra Israel por los asirios.

La pregunta es: ¿tenía Iosef el derecho de hacerlo? Aparentemente lo hizo por propia voluntad. El Faraón no se lo pidió. Sin embargo, el resultado de todas esas medidas fue que un caudal de riqueza y poder sin precedentes quedó en manos del Faraón – poder que a la larga sería utilizado contra los israelitas. Más preocupante, en dos instancias encontramos la frase avadim le-Paró “esclavos del Faraón” – una de las frases clave del relato del Éxodo en la respuesta a las preguntas de los niños en el servicio del Seder (Bereshit 47:19, 25). Con la diferencia de que fue dicho, no por los israelitas, sino por los egipcios.

Durante la época de hambre, los egipcios le dicen a Iosef: “Compra nuestra tierra a cambio de alimentos y nosotros con nuestra tierra seremos esclavos del Faraón.” (Génesis 47:19) Más adelante, aceptando el convenio permanente mediante el cual serán sirvientes del Faraón dándole una quinta parte de lo producido, manifiestan, “Tú has salvado nuestras vidas. Que podamos hallar favor en los ojos de nuestro señor; seremos esclavos del Faraón.”

Todo este pasaje, que comienza en nuestra parashá y continúa en la de la semana entrante, plantea una cuestión más seria. Tendemos a suponer que la esclavización de los israelitas en Egipto fue consecuencia o castigo por la venta de Iosef como esclavo por sus hermanos. Pero Iosef mismo convirtió a los egipcios en una nación de esclavos. Es más, creó un poder fuertemente centralizado que sería luego utilizado contra los israelitas.

Aaron Wildavsky en su libro sobre Iosef, Assimilation versus Separation, dice que Iosef “dejó al sistema en el que fue ascendido mucho menos compasivo que antes, al darle al Faraón mucho más poder que el que tenía.” Leon Kass, en The Beginning of Wisdom (El comienzo de la sabiduría), dice acerca de la decisión de Iosef de hacer que el pueblo pague por la comida en los años de escasez (comida que ellos mismos habían entregado durante los años de abundancia): “Iosef está salvando vidas enriqueciendo al Faraón, haciéndolo rápidamente todopoderoso. Mientras que podemos felicitarlo por su capacidad de proyección, también inquieta este hombre que ejerce un poder casi divino sobre la vida y la muerte.”

Es posible que la Torá trate de cualquier manera de evitar las críticas a Iosef. Estaba siendo leal al Faraón y actuando juiciosamente con respecto a Egipto. O quizás haya una crítica implícita a su carácter. Cuando era joven soñaba con el poder; de adulto lo ejerció, pero el judaísmo es crítico del poder y de quienes lo ambicionan. La otra posibilidad es que la Torá nos esté alertando sobre los riesgos y las tinieblas de la política. Una política que parece sabia para una generación, puede ser peligrosa para la próxima. O quizás estaba en lo cierto Leon Kass cuando dijo: “La sagacidad de Iosef es técnica y de conducción, no moral y política. Su fuerte es la proyección y el planeamiento, no la comprensión del alma del hombre.”

Lo que representa este pasaje es la primera incursión de la política en la vida de la familia del pacto. Desde el comienzo de Éxodo hasta el final de Deuteronomio, la política dominará la narrativa. Pero esta es la primera introducción: el nombramiento de Iosef para una posición clave en la corte egipcia. Y de lo que nos habla es de la ambigüedad del poder. Por un lado, no es posible crear y sostener una sociedad sin él. Por el otro, casi invita al abuso. El poder es peligroso aun cuando está ejercido con las mejores intenciones por las mejores personas. Iosef actuó para fortalecer la mano del Faraón que había sido generoso con él, y que lo sería con el resto de su familia. No tenía cómo predecir qué podía causar ese mismo poder en manos del “nuevo Faraón que no conoció a Iosef.”

La tradición ha llamado a Iosef ha-tzadik, el justo. Por su parte, el Talmud dice que murió antes que sus hermanos porque “mostró aires de superioridad.” Aún un tzadik, cuando entra en la política, puede adoptar aires de superioridad y cometer errores, incluso con la mejor de las intenciones. Yo creo que el gran desafío de la política es que sea humanitaria, que los políticos sean humildes, para que el poder, que siempre es peligroso, no sea usado para dañar. Ese es un desafío permanente que es una prueba hasta para los mejores.

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Cómo podría Iosef haber ejercido su poder en forma más humanitaria?

“Existe una distinción entre liderazgo y autoridad. La autoridad es algo que tienes en virtud del cargo o de la posición que ocupas en una familia, comunidad o sociedad… El judaísmo ha tendido a ser crítico del poder. Los reyes lo tuvieron y frecuentemente abusaron de él. Los profetas no tenían, pero su influencia perdura hasta nuestros días… el judaísmo se trata acerca de liderazgo por influencia, no acerca de autoridad en virtud de un cargo formal.”

Daring Greatly: Introduction to Lessons in Leadership, p. xxii-xxiv

  1. Cuál entendemos que es la agenda detrás de las decisiones de liderazgo de Iosef?
  2. ¿Crees que Iosef fue cruel?
  3. ¿Cuál es la lección que debemos aprender aquí? ¿Tuvo Iosef una oportunidad de aprender esto durante su vida?

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en pocas palabras

  1. Iosef se convirtió en el segundo hombre más poderoso de Egipto a través de una compleja serie de eventos que él no podía controlar. En la historia parece claro que este no fue su plan o agenda. El simplemente quería recuperar su libertad, y probablemente regresar a su familia y la tierra donde nació. Pero Dios tenía otros planes, y antes que supiera qué había sucedido, se convirtió en el virrey del Faraón. El Faraón vio que era talentoso, intuitivo, y deseoso de ayudar, y por lo tanto tenía el potencial de ser un gran capital para Egipto, si se le daba un rol de liderazgo. La pregunta es, qué hizo él con este poder

LA IDEA CENTRAL

  1. La respuesta simple a esta pregunta es por el Faraón. El Faraón le dio la autoridad cuando lo nombró su virrey. El Faraón tenía esta facultad por su propio poder, que eligió compartir con Iosef. Sin embargo, también podemos decir que Iosef se ganó este poder a través de su inteligencia, tanto espiritual (que le permitió interpretar los sueños en forma exitosa) y política (cuando creó un plan económico para Egipto). Finalmente, por su puesto, está Dios que es la fuente última de todos nuestros recursos, y fue el plan de Dios colocar a Iosef en esta posición.
  2. Este es el tema de Convenio y Conversación de esta semana, y una evaluación completa es explorada en la sección Pensando más profundamente. Al principio parece que Iosef era un líder altamente competente y profundamente considerado. También es posible decir que su lealtad y compromiso total son hacia su nuevo país y su líder. Si leemos más en la interpretación de esta semana del Rabino Sacks, veremos que esto fue a expensas de su pueblo, y posiblemente sin considerar los valores centrales de compasión y moral.

UNA VEZ SUCEDIÓ…

  1. El hombre se acercó a Shamai porque era uno de los más grandes Rabinos de su generación. Él dijo que estaba interesado en convertirse al judaísmo y los Rabinos tenían la llave para eso. La fuente del poder de Shamai era su conocimiento, su posición como líder de la comunidad, una autoridad espiritual y halájica. Shamai sintió que el hombre era tan ridículo que debía ser un derrochador de tiempo que debía ser echado, porque no hay forma de aprender todo el corpus de conocimiento judío en tan poco tiempo (mientras se está parado en un pie). Entonces, Shamai concluyó que él no debía ser genuino ya que no estaba mostrando respeto, y por lo tanto no merecía una respuesta respetuosa. Para mostrarle que su comportamiento era inaceptable, Shamai lo corrió.
  2. Hillel, a diferencia de Shamai, encontró lugar para la compasión, a pesar que el pedido parecía poco razonable. Quizás el hombre estaba bromeando, pero su pregunta podría ser respondida amablemente de todos modos. Quizás el hombre era genuino y simplemente sintió que no podría embarcarse en un largo camino de educación profunda. Sin embargo, le dejó al hombre con un mensaje eterno, (uno que también consideraba la posibilidad de que no sea genuino y estaba allí para burlarse.) No hagas a otros lo que no te gusta que te hagan a ti. Este es el mensaje central de la Torá – preocupación y amor por tu prójimo.

PENSANDO MÁS PROFUNDAMENTE

  1. El plan preparado por Iosef salvó al pueblo egipcio de la hambruna y gratificó al Faraón financieramente. La economía y el estado florecieron más que el pueblo, porque al final de la hambruna los egipcios no tenían dinero ni tierras, y dependían totalmente del Faraón y el estado. Si el liderazgo de Iosef hubiera estado basado en valores como la compasión y la preocupación por los débiles de la sociedad, hubiera encontrado una forma de mantener la dignidad del pueblo de Egipto y asegurarse que tuvieran los medios para poder sostenerse económicamente en forma independiente luego de la hambruna.

ALREDEDOR DE LA MESA DE SHABAT

Estas preguntas son abiertas, para fomentar el análisis y el debate. No hay respuestas incorrectas. Sin embargo, aquí presentamos algunos pensamientos a considerar:

  1. La agenda de Iosef era clara, y tenía dos partes – su lealtad a Egipto, y el Faraón como su líder, significaba que quería asegurarse que habría suficiente comida durante los años de hambruna, y también vio una oportunidad para hacer crecer el poder y la riqueza del Faraón. El plan que creó para lidiar con el inminente desastre económico estaba diseñado para asegurar la estabilidad económica de las instituciones del estado de Egipto. Desafortunadamente esta agenda y el plan resultante no estaban enfocados en las necesidades a largo plazo del pueblo de Egipto, explotándolos y aprovechando su necesidad de comida, para obtener poder y riqueza para el líder, y tomar sus animales, tierras y libertad a cambio de la misma comida que ellos habían entregado voluntariamente solo unos años antes.
  2. Esto no hace a Iosef cruel per se. Pero al elegir esta agenda, en lugar de enfocarse en las necesidades del pueblo, Iosef no demostró un liderazgo basado en los valores de compasión y preocupación por los individuos del reino. Era una estrategia de liderazgo que carecía de humanidad.
  3. El liderazgo de Iosef derivó, en última instancia, la esclavización del pueblo egipcio hacia el Faraón y el estado, y en el largo plazo permitió a un gobernante en el futuro esclavizar al pueblo de Iosef, en la forma más cruel. La lección que debemos aprender aquí es que un liderazgo que no está preocupado por las necesidades del pueblo es un liderazgo que carece de humanidad y compasión, y esto puede derivar en crueldad e injusticia. Iosef no aprendió este mensaje durante su vida, pero el mensaje está ahí para que nosotros aprendamos al ver la historia en retrospectiva.

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Traducción y edición

  • Iair Salem
  • Carlos Gómez
  • Inés Jawetz
  • Abraham Maravankin