Edición Familiar: Tres versiones de Shabat (Emor 5779)

EDICION FAMILIAR: TRES VERSIONES DE SHABAT (EMOR 5779)

Convenio y Conversación: Edición Familiar es una iniciativa nueva y emocionante de La Oficina del Rabino Sacks para 5779. Escrita como un acompañamiento al ensayo semanal Convenio y Conversación del Rabino Sacks, la Edición Familiar tiene como objetivo conectar a los niños mayores y adolescentes con sus ideas y pensamientos sobre la parashá.

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Esta Edición Familiar es una guía al ensayo principal de Convenio y Conversación para Emor 5779 que puedes leer aquí.

La parasha Emor habla de dos clases de santidad: la de las personas y la del tiempo. El Capítulo 21 trata sobre las personas santas: los sacerdotes, y por sobre ellos, el Sumo Sacerdote. Su contacto cercano con el Santuario significa que deben vivir con ciertas restricciones: el contacto con los muertos y con quienes pueden casarse. El Capítulo 22 recapitula sobre leyes similares relativas a los israelitas ordinarios cuando solicitan entrar en el Santuario, así como las imperfecciones en animales que significa que no pueden ser ofrecidos como sacrificios. El Capítulo 23 es sobre la santidad del tiempo, las festividades del año. El Capítulo 24 habla sobre la Menorá, encendida diariamente, y el pan de la proposición, renovado semanalmente, y termina con una historia – una de las solamente dos historias en el Libro de Vaikrá – sobre un hombre que blasfemaba durante el curso de una pelea.

Hay algo singular en la forma en que la parashá Emor habla sobre Shabat. Lo llama mo’ed y mikrá kodesh, cuando en el sentido convencional de las palabras no es ninguna de las dos. Mo’ed es un tiempo asignado con una fecha fijada en el calendario. Mikrá kodesh significa, ya sea una congregación sagrada, un tiempo en el que la nación se reúne en  el Santuario central, o un día proclamado santo, o sea, a través de la determinación de la corte humana del calendario. Shabat no es ninguna de las dos cosas. No tiene una fecha fija en el calendario. No es un tiempo para la asamblea nacional. Y no es un día  consagrado por proclamación de la corte humana. Shabat fue el día que Dios mismo hizo santo desde el comienzo de los tiempos.

Esta extraña forma de describir Shabat puede entenderse mejor si miramos el contexto en que aparece, en los capítulos de la Torá cuyo tema principal es la santidad (Vaikrá 18-27). La postura radical de estos capítulos consiste en que la santidad, término normalmente reservado para Dios, puede ser adquirido por seres humanos cuando actúan como Dios. Las Festividades son a Shabat como el Santuario es al universo. Ambos son versiones construidas por seres humanos de algo sagrado creado por Dios. Al invitar a los humanos a crear un Santuario y determinar un calendario mensual y anual, Dios nos inviste de la dignidad de una santidad que no recibimos pasivamente como obsequio, sino que  podemos adquirir activamente como co-creadores con Dios. Mikra kodesh y mo´ed como aparecen en Vaikrá, tienen un sentido adicional que no tienen en otros lugares, porque evocan el versículo de apertura del libro “El llamó (Vaikrá) a Moshé, y el Señor le habló en la Tienda de Reunión (Ohel Mo’ed) diciendo…” (Vaikrá 1:1). El foco está en mikrá como “llamado” y mo’ed como “reunión”. Cuando la Torá usa estas palabras para ser aplicadas a Shabat y las Festividades únicamente en este capítulo, está enfatizando el encuentro de Dios y la humanidad en el ámbito del tiempo. Ya sea que el llamado sea de Dios hacia nosotros, o de nosotros hacia Él, ya sea que Dios inicia ese encuentro o nosotros, el tiempo sagrado se convierte en un punto fijo en un mundo en movimiento, cuando amante y amado, Creador y creación “se hacen tiempo” uno para el otro y se conocen uno y otro en la forma especial de conocimiento que llamamos amor.

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿En qué forma creamos Iom Tov como Dios creó Shabat?
  2. ¿Cómo sabemos que no solo Dios puede ser santo, sino que nosotros también podemos serlo?
  3. ¿Cómo puede ser Shabat un punto en el tiempo cuando “Creador y creación se hacen tiempo uno para al otro en amor”?

El Rabino Joseph B. Soloveitchik dijo una vez: En Iom Tov a cada judío le fue ordenado acercarse a la Shejiná (Divina Presencia); esta es la mitzvá de aliá lareguel, la peregrinación en las festividades. Cada judío salía de su casa y caminaba hacia Jerusalem en busca de la Shejiná. Pero Iom Tov no es la morada de la Shejiná. La Torá no le dijo al judío que pegrine en Shabat a Jerusalem. No es necesario. En Shabat la Shejiná golpea la puerta. ¡Lo único que debemos hacer es dejarLa entrar!

El Rebe de Kotzk preguntó en una ocasión a sus estudiantes dónde podía encontrarse a Dios; ellos respondieron que “Él llena todo el mundo con Su gloria.” Él sacudió su cabeza y dijo, “No, yo pregunté dónde puede encontrarse a Dios, no dónde está Él.” Los estudiantes miraron al Rabino confundidos y exasperados. “¿Acaso no dijimos que Él está en todos lados?” “No, no,” les sonrió el Rebe de Kotzk. “¡Deben entender que se puede encontrar a Dios en el lugar en que abres tu corazón para dejarLo entrar!”

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. Según el Rabino Soloveitchik, ¿cómo es diferente Iom Tov de Shabat?
  2. ¿Cómo nos ayuda la historia del Rebe de Kotzk a entender cómo “dejar entrar a la Shejiná” en Shabat?

¿Es el aspecto de Shabat, presentado en La idea central, nuevo y diferente del Shabat que encontramos en otros lugares en la Torá? Analicemos las dos versiones de los Diez Mandamientos, como aparecen en Shemot y Devarim. Es sabido que las dos versiones son diferentes. La de Shemot comienza con la palabra Zajor, recuerda. La de Devarim comienza con Shamor, “cuida, guarda, protege”. Pero se diferencian más profundamente en su verdadera comprensión de la naturaleza y significación del día. En Shemot (20:7-9) Shabat es un recuerdo de la creación. En Devarim (5:11-14) no hay referencia alguna a la creación. En vez, la Torá habla de un evento histórico: el Éxodo. Guardamos Shabat no porque Dios descansó el séptimo día sino porque Él sacó a nuestros ancestros de Egipto, de la esclavitud a la libertad. Por eso, Shabat es un día libre hasta para los sirvientes, y aún para los animales domésticos. Uno de cada siete días, nadie es esclavo.

Obviamente, ambos motivos son ciertos, y los integramos en el texto del Kidush que celebramos el viernes a la noche. Llamamos Shabat a una recordación de la creación (zikaron lemaasé bereshit) como así también un recordatorio del Éxodo (zejer leietziat Mitzraim). Sin embargo, cuando vemos la versión de Levítico en el contexto de estas otras dos, emerge una visión más plena.

Hay tres voces primarias en la Torá: la del Reinado, la Sacerdotal y la Profética.

Estos son los tres roles de liderazgo fundamentales y tienen formas distintas de conocimiento. Los sacerdotes, los profetas y la élite gobernante (los sabios, los ancianos, los reyes y sus cortes) tienen cada uno su forma de pensar y de hablar. Los reyes y las cortes usan el lenguaje de jojmá, “sabiduría”. Los sacerdotes enseñan Torá, la palabra de Dios a través del tiempo. Los profetas tienen visiones. Tienen “la palabra” de Dios no para todo el tiempo sino para este tiempo. La profecía trata sobre la historia como interacción entre Dios y la humanidad. Esto no es una coincidencia porque, para la fe judía es fundamental la creencia que podemos encontrar a Dios en tres formas: creación, revelación y redención.

La sabiduría reside en la capacidad de ver a Dios en la creación, en la intrincada complejidad del universo natural y de la mente humana. En términos contemporáneos, jojmá es una combinación de las ciencias y las humanidades: todo lo que nos permite ver el universo como obra de Dios y a los seres humanos como imagen de Dios. La revelación en la Torá, la especialidad del sacerdote, es la capacidad de escuchar a Dios como la voz que ordena, mayormente caracterizada en forma de ley. La revelación es materia no tanto de ver sino de escuchar, en el sentido profundo: de oír y acatar, estar y responder. La sabiduría nos dice cómo son las cosas. La revelación nos dice cómo debemos vivir. La conciencia profética está siempre enfocada en la redención, el largo y tortuoso camino hacia una sociedad basada en la justicia y la compasión, el amor y el perdón, la paz y la dignidad humana. La voz profética está siempre relacionada a la historia, al presente en relación al pasado y al futuro: no una historia como una mera sucesión de eventos sino como un acercamiento a, o digresión de, la buena sociedad, la Tierra Prometida y la Era Mesiánica.

Creación, revelación y redención representan las tres relaciones básicas dentro de las cuales están planteados el judaísmo y la vida humana. La creación es la relación de Dios con el mundo. La revelación es la relación de Dios con nosotros. Cuando aplicamos la revelación a la creación, el resultado es la redención: el mundo en el cual la voluntad de Dios y la nuestra coinciden.

Ahora comprendemos por qué la Torá contiene tres versiones distintas de Shabat. La primera está en la versión inicial de los Diez Mandamientos, “Porque en seis días el Señor creó los cielos y la tierra”, es el Shabat de la creación. La segunda, “Recuerda que fuimos esclavos en Egipto y que el Señor, vuestro Dios nos sacó”, es el Shabat de la redención. Y la versión de parashat Emor expresada en la voz sacerdotal, es el Shabat de la revelación.

En la revelación, Dios llama a la humanidad. Es por eso que el libro central de la Torá que más que cualquier otro representa a Torat Kohanim, “la ley de los sacerdotes”, comienza con la palabra Vaikrá, “y Él llamó”. Es también por eso que Shabat está incluido, únicamente aquí, en los días “que proclamarás (tikre’u) como convocatorias sagradas (mikra’ei kodesh),” con el doble énfasis en el verbo k-r-a, “llamar.” Shabat es el día en el que, en la quietud del descanso y silencio del alma, escuchamos el Vaikrá de Dios.

De ahí que la palabra mo’ed, que normalmente significa “tiempos asignados” aquí significa “reunión.” Yehuda Halevi, el poeta y filósofo del siglo XI, dijo que Shabat es como si Dios nos hubiera invitado personalmente a ser Sus huéspedes para cenar en Su mesa. La revelación de Shabat no mira hacia atrás al nacimiento del universo ni hacia adelante a la redención futura. Celebra el momento presente como nuestro tiempo privado con Dios. Representa “el poder del ahora.”

La santidad nos pertenece a todos cuando transformamos nuestras vidas en servicio a Dios, y a la sociedad en hogar para la Divina Presencia.

Nuestro Shabat es una institución religiosa, un memorial de la creación, el día en que Dios Mismo descansó. Pero es también, y esencialmente, una institución política. Shabat es el más grande tutorial de libertad jamás creado.

Pesaj nos dice cómo los israelitas ganaron su libertad. Shabat nos dice como la mantuvieron. Un día cada siete, los judíos crean una sociedad mesiánica. Es el día en que todos, amo y esclavo, empleador y empleado, incluso los animales, experimentan una libertad incondicional.

No trabajamos ni hacemos trabajar a otros, manipulamos o nos dejamos manipular. Tampoco compramos o permitimos ser comprados. Es el día en que todas las jerarquías, todas las relaciones de poder son suspendidas.

To Heal A Fractured World, p. 39.

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Cómo es Shabat un ejemplo de una forma de “aplicar revelación a la creación” (ver Pensando más profundamente) para alcanzar la redención?
  2. De las tres versiones de Shabat mencionadas en Pensando más profundamente, ¿cuál es más cercana a esta descripción de la filosofía de Shabat?
  1. ¿A qué se refiere el Rabino Sacks al decir que Shabat puede ser un punto en el tiempo en el cual “el Creador y la creación se hacen el tiempo uno para el otro en amor”?
  2. ¿Tu Shabat es así? ¿Cómo puedes hacer que tu Shabat sea un poco más así?
  3. ¿Cuáles son los temas subyacentes a las tres menciones de Shabat de Convenio y Conversación de esta semana? ¿A cuál de los tres te sientes más cercano?
  4. El relato de Shabat en parashat Emor es de revelación: Dios llamando al hombre (y esto se encuentra en el libro llamado Vaikrá, “y Él llamó”). ¿Puedes escuchar a Dios llamándote a través del Shabat? ¿Qué te está llamando a hacer?
  5. ¿A qué se refiere el Rabino Sacks cuando dice que Shabat tiene “tres dimensiones, de ciencia, religión e ideología política unidas en la experiencia transformadora del Shabat”?

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LA IDEA CENTRAL

  1. El ciclo de la semana, que termina en Shabat, fue creado por Dios durante los primeros siete días de la creación. Shabat es santo independientemente de la humanidad. Sin embargo, las fechas de las festividades son fijadas por nosotros, comenzando por el primer día de cada mes que originalmente era confirmado a través del testimonio de testigos que observaban la luna nueva mes a mes. A partir del segundo exilio de la tierra de Israel, el sistema cambió y los Rabinos fijaron el calendario, y de esta forma las festividades son fijadas por las personas y no Dios.
  2. Esta idea radical (discutida ampliamente en Convenio y Conversación de la semana pasada – parashá Kedoshim) es el mensaje del libro de Vaikrá y la Torá como un todo. Podemos ser santos actuando de forma similar a Dios. Logramos esto observando las mitzvot. De hecho, la Torá nos dice que toda la humanidad es creada a imagen de Dios (Bereshit 1:26-27) y tiene el potencial para la santidad.
  3. En Shabat dejamos de funcionar como dueños de la creación, y damos un paso hacia atrás para reflexionar sobre ser parte de la creación. Cuidar Shabat nos da el tiempo y el espacio para tener una relación con el Creador. Hacemos esto en un sentido práctico al abstenernos del trabajo de las melajot en Shabat, y de en su lugar nos enfocamos en los aspectos más espirituales de nuestra vida.

UNA VEZ SUCEDIÓ…

  1. Iom Tov es un momento donde podemos acercarnos a Dios, en los tiempos del Templo, al peregrinar a Jerusalem a celebrar las festividades (Pesaj, Shavuot y Sucot tienen una mitzvá específica de Aliá LaReguel – peregrinar a Jerusalem). A la inversa, cada semana, en Shabat, Dios hace Su propia peregrinación para reunirse con nosotros donde sea que nos encontremos.
  2. El mensaje del Rebe de Kotzk es que la Shejiná está lista para entrar a nuestras vidas si sólo La dejaramos entrar. Si estamos abiertos a ver a Hashem en nuestras vidas, y hacemos lugar para Hashem en nuestras vidas, entonces encontraremos la Shejiná lista para una relación íntima. Para el Rabino Soloveitchik, Shabat es un día que se presta especialmente para esto, si abrimos nuestros corazones.

DEL PENSAMIENTO DEL RABINO SACKS

  1. Shabat es un día en el que aplicamos los valores centrales de la Torá (revelación) como la dignidad y derechos de todas las personas, y los aplicamos a nuestra vida real (creación) para lograr 25 horas de una “sociedad mesiánica” (redención). Hacemos esto al asegurarnos que “todos, amo y esclavo, empleado y empleador, incluso los animales, experimenten una libertad incondicional… Es el día en que todas las jerarquías, todas las relaciones de poder son suspendidas.”
  2. Las tres versiones de Shabat referidas son:
    1. La primera versión de los Diez Mandamientos es el Shabat de la creación.
    2. La segunda versión es el Shabat de la redención.
    3. La versión de la parashá Emor, dada a través de la voz sacerdotal, es el Shabat de la revelación.
      El Shabat descrito en esta cita es el Shabat de redención.

ALREDEDOR DE LA MESA DE SHABAT

  1. Ver La idea central, respuesta 3.
  2. Ver Una vez sucedió. Shabat es un día en que concienzudamente damos un paso atrás de nuestras vidas diarias como amos de la creación y hacemos lugar a nuestra relación con Dios. Si encontramos una forma práctica de hacer esto, sea asistiendo a la sinagoga, estudiando Torá, o simplemente tomándonos el tiempo para respirar y pensar, nuestro Shabat puede ser eso, y podemos hacer espacio para Dios tanto en Shabat como en el resto de nuestras vidas.
  3. Ver Del pensamiento del Rabino Sacks, respuesta 2.
  4. Esta es una pregunta abierta, que no tiene respuestas correctas o incorrectas, aquí presentamos algunas direcciones en las que se puede enfocar la conversación. Quizás podemos escuchar la voz de Dios llamándonos a disfrutar y proteger la creación (y por lo tanto abstenernos de demostrar nuestro dominio sobre ella por 25 horas). O Shabat puede ser un llamado a reconectarnos con amigos y familia de una forma en que no podemos hacerlo durante la semana. Quizás podemos escuchar la voz de Dios en los aspectos socio-morales de Shabat donde “todos, amo y esclavo, empleado y empleador, incluso los animales, experimenten una libertad incondicional… Es el día en que todas las jerarquías, todas las relaciones de poder son suspendidas” y el llamado a crear una sociedad donde este puede ser el caso incluso durante la semana. O quizás simplemente escuchamos el llamado de Dios a conectarnos y forjar una relación más estrecha.
  5. Estas son las tres dimensiones de Shabat que encontramos en las tres versiones de Shabat mencionadas aquí: Shabat de la Creación (ciencia), Shabat de la Revelación (religión), y Shabat de Redención (ideología política que debería curar los problemas de la sociedad). Mientras la sociedad secular los fragmenta y compartimentaliza, Shabat puede ser un modelo donde se unen en una “experiencia transformadora” ayudándonos a construir un mundo donde estos tres aspectos pueden trabajar en conjunto para lograr una sociedad redimida.

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Esta Edición Familiar es una guía al ensayo principal de Convenio y Conversación para Emor 5779 que puedes leer aquí.

Traducción y edición

  • Iair Salem
  • Carlos Gómez
  • Inés Jawetz
  • Abraham Maravankin