Recuerda el pasado para construir el futuro (un pensamiento sobre Purim)

Si este sábado por la noche o domingo manejas por un área judía, no te sorprendas si ves muchos niños en las calles usando vestidos muy adornados y máscaras, o gente yendo de casa en casa entregando regalos de comida y bebida. La razón es que estaremos celebrando Purim, el más bullisioso y eufórico de todos los festivales judíos.

Esto es en verdad algo muy extraño, porque Purim conmemora la historia contada en el libro de Ester, cuando Hamán, un alto oficial del Imperio Persa, persuadió al rey de emitir un decreto para aniquilar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, hombres, mujeres y niños, en un día: una garantía de genocidio. Gracias a la vigilancia de Mordejai y el coraje de Ester, el decreto no fue llevado a la práctica y, desde entonces, hemos celebrado leyendo la historia, teniendo fiestas, dando a los pobres y compartiendo presentes de comida con amigos.

Yo solía estar muy intrigado por esto. ¿Por qué tanto júbilo por simplemente sobrevivir a una tragedia que fue evitada por muy poco? Alivio, puedo comprender. ¿Pero convertir el día en un carnaval?¿Sólo porque aún estamos aquí para contar la historia?

Sin embargo, poco a poco comencé a entender cuánto dolor ha habido en la historia judía, cuántas masacres y pogroms a lo largo de los siglos. Los judíos debieron aprender a vivir con el pasado sin estar traumatizados por él. Entonces convirtieron el día en que se enfrentaron y escaparon el peligro más grande en un festival de alegría sin límites, un día de disfraces y de beber un poco de más, para exorcizar el miedo, vivir a través y más allá de éste, y después volver a la vida, sin temor de los fantasmas del pasado.

Purim es la respuesta judía a una de las preguntas más grandes de la historia: ¿cómo vives con el pasado sin ser prisionero del pasado? La nuestra es una religión de memoria, porque si te olvidas el pasado, te encontrarás repitiendolo. Sin embargo, también es una fe orientada hacia el futuro. Ser judío es responder la pregunta “¿Ha llegado Mashiaj?” con las palabras “Aún no”.

Hay muchas partes en el mundo de hoy donde los dolores del pasado aún están siendo sufridos, como si la historia fuera una rueda de hamster en la que no importa qué tan rápido corramos, siempre nos encontramos en el punto donde comenzamos. Purim es una forma de decir, recuerda el pasado, pero después mira a los niños, celebra con ellos, y por su bien, pon el pasado detrás y construye un futuro mejor.

Traductor

Abraham Maravankin

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