Edición Familiar: Vestir para impresionar (Tetzavé 5780)

EDICION FAMILIAR: VESTIR PARA IMPRESIONAR (TETZAVÉ 5780)

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IDEA CLAVE DE LA SEMANA

La belleza nos puede ayudar a ver el universo como la obra de arte de Dios.

En la Parashá Tetzavé, aprendemos más acerca del rol de los Sacerdotes. Resulta extraño que el nombre de Moshé no se menciona ni una vez. En cambio, el foco principal se coloca en su hermano Aarón, el Cohen Gadol (Gran Sacerdote).

Leemos acerca de  las tareas que los Cohanim (los Sacerdotes) debían hacer en el Mishkán, las ropas especiales que debían usar, y la ceremonia especial (su consagración) que debían efectuar los Cohanim cuando comenzaban su servicio.

También hay algunos otros detalles adicionales sobre el Mishkán.

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Por qué piensas que la Torá entra en tantos detalles acerca del Mishkán, y el rol de los Cohanim, cuando no tenemos un Mishkán o un Templo hoy en día?

Tetzavé describe en forma elaborada las “sagradas vestimentas” que usaban los Sacerdotes y el Sumo Sacerdote “por gloria y esplendor” mientras hacían el servicio en el Tabernáculo. Esto parece contradecir algunos de los valores fundamentales del judaísmo.

Las vestimentas de los sacerdotes estaban hechas para ser vistas. Para impresionar. Pero el judaísmo no es habitualmente una religión de la vista. Enfatiza más el escuchar que el ver. Nuestra palabra clave es Shemá, que significa escuchar, oír, entender y obedecer. El verbo sh-m-a es un tema dominante en el libro de Devarim donde aparece no menos de 92 veces. La espiritualidad judía tiene más que ver con oír que con ver. Esta es la razón por la cual nos tapamos los ojos cuando pronunciamos Shemá Israel. Cancelamos el mundo de la visión para enfocarnos en el del sonido: palabras, comunicación y significado.

Todo esto es así es por la batalla de la Torá contra la idolatría. Otros pueblos veían dioses en el sol, las estrellas, el río, el mar, la lluvia, la tormenta, el reino animal y la tierra. Hacían representaciones visuales de estos elementos. El judaísmo rechaza esta manera de pensar. Dios no está en la naturaleza sino más allá de ella. Él la creó y Él la trasciende. La naturaleza es la obra de Dios, pero no es Dios mismo. Dios no puede ser visto. Él se revela a través de las palabras.

Claramente el Mishkán (el Tabernáculo) y luego el Mikdash (el Templo) fueron excepciones. Ahí el énfasis estaba en lo visual, y un ejemplo clave eran las vestimentas sagradas de los Sacerdotes y del Sumo Sacerdote, bigdei kodesh. ¿Por qué?

La clave para entender por qué estas estaban hechas para ser ropas hermosas visualmente yace en el hecho de que debían vestirse “para gloria y para esplendor”. Creaban una atmósfera de sobrecogimiento y reverencia, porque señalaban una belleza y una grandeza más allá de ellas, es decir a Dios Mismo.

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Por qué necesitamos un marco físico como un Mishkán o un Templo (o incluso una sinagoga) para adorar a Dios?
  2. ¿Cómo pueden las ropas crear una atmósfera o emociones en quien las viste y en quienes lo observan? ¿Puedes pensar en algún ejemplo?

¡No me gusta empacar! Incluso cuando es para el campamento. ¡No puedo esperar al campamento, pero de todos modos no me gusta tener que empacar para él! Mientras me siento aquí mirando toda mi ropa, decidiendo cuál tendrá el honor de acompañarme al campamento, se me ocurre que algunas de mis ropas son más significativas para mí que otras.

Por ejemplo, obviamente llevaré mi camiseta del Arsenal. ¡Necesito que todos sepan que soy un fanático del Arsenal! Además, definitivamente jugaré al fútbol en el campamento, y juego mejor cuando lo uso. Por supuesto, también tengo que llevar mi camisa del movimiento Bnei Akiva. Estoy orgulloso también de usarla, especialmente en el campamento. Hmm… Uniforme escolar. Obviamente no vendrá. A veces estoy orgulloso de usar eso también, ¡pero definitivamente no en el campamento! Tampoco estoy llevando mi traje de Shabat, a pesar de que me gusta la forma en que me hace sentir en Shabat (No quiero que se arruine en el campamento. Y de todos modos, nadie más usará un traje en Shabat.) Ahora, ¿qué hay de las camisetas? ¡Tengo tantas! Algunas no dicen nada, pero otras realmente sí. Tomemos esta, por ejemplo. Tiene una foto de toda mi familia extendida alrededor de mi abuela en su cumpleaños número 80.

Demasiado vergonzoso para usarla en público… pero tiene que venir conmigo. ¡¿Qué puedo hacer?! ¡Esa es toda mi familia! Ah, y aquí está mi pila de camisetas favoritas. Tenemos mi camiseta de los Avengers, una camiseta de las IDF que compré en nuestro último viaje a Israel, y mi camiseta de la gira de Coldplay. Estas estarán bien para la primera semana… ¡¿Sabes de qué me doy cuenta?! A pesar de que nunca me he metido mucho en esto de la moda o prestado demasiada atención a lo que la gente usa, la ropa puede ser muy importante. Afectan cómo te sientes cuando los usas, y pueden enviar un mensaje al mundo sobre quién eres. ¡Oye mundo, ven a mirar dentro de mi maleta si quieres saber quién soy!

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Por qué crees que el narrador eligió estas ropas para el campamento?
  2. ¿Cuántos tipos distintos de “uniformes” tienes y cómo cambian la forma en que te sientes cuando los usas?

La palabra hebrea para “vestimenta,” b-g-d también significa “traición,” como en la confesión que decimos en los días de penitencia: Ashamnu bagadnu, “Hemos sido culpables, hemos engañado.” En todo Génesis cuando la vestimenta es clave en el relato, hay una decepción o una traición.

Está la cobertura que se hicieron Adán y Eva con hojas de  higuera después de haber comido el fruto prohibido. Yaakov usó las ropas de Esav cuando fue bendecido mediante su engaño. Tamar usó un disfraz cuando engañó a su suegro Iehudá. Los hermanos de Iosef usaron su túnica manchada de sangre para engañar al padre diciendo que lo había matado una bestia salvaje. La mujer de Potifar tomó la vestimenta que había dejado Iosef como prueba de que había intentado abusar de ella. Iosef mismo aprovechó su vestimenta de Virrey para ocultar su identidad ante sus hermanos cuando fueron a Egipto a comprar alimentos. Por lo tanto, es sumamente inusual que la Torá presente en forma positiva prendas, ropajes y vestimentas.

La ropa tiene que ver con lo superficial, no con la profundidad; con lo externo, no con lo interno;  con la apariencia más que con la realidad. Aún más extraño entonces es que se constituya en el elemento central del servicio de los Sacerdotes, dado que “La gente mira la apariencia externa, pero el Señor mira al corazón.” (Shmuel I 16:7)

Igualmente extraño es el hecho de que aparezca por primera vez el concepto de uniforme, o sea, una forma estandarizada de vestimenta para ser usada, no por gusto de la persona sino por el cargo que ocupa, ya sea Cohen o Cohen Gadol. En general el judaísmo se concentra en la persona, no en el cargo. Específicamente, no hubo tal cosa como un uniforme para los Profetas.

Tetzavé contiene algunos términos nuevos. Vemos por primera vez la frase “para gloria y esplendor” que describe el efecto y la finalidad de los ropajes. Hasta ahora la palabra kavod, “gloria” había sido utilizada solo en la relación con Dios. Ahora los seres humanos tienen la posibilidad de compartir esa gloria.

En nuestra parashá también aparece por primera vez la palabra tiferet. Ese término proyecta una sensación de esplendor y magnificencia, pero también significa belleza. Introduce una dimensión no encontrada específicamente en la Torá hasta ahora: la estética. Encontramos belleza moral, como el caso de la bondad manifestada por Rivka hacia el sirviente de Abraham en el pozo. También está la belleza física de Sara, Rivka y Rajel, descritas como hermosas. Pero el Santuario y su servicio traen por primera vez el concepto de la imagen y la belleza de su construcción.

Este es un tema repetido en relación al Tabernáculo y posteriormente el Templo. Ya lo encontramos en el relato de la ligadura de Ytzjak en el Monte Moriá que posteriormente sería el sitio de la construcción del Templo. “Abraham llamó al lugar ‘Dios verá’. Es por eso que hoy se dice ‘en la montaña de Dios, Él será visto’” (Génesis 22:14). El énfasis en lo visual es incuestionable. El Templo sería un lugar para ver y ser visto. Pero, ¿por qué específicamente en relación al Mishkán y el Templo prevalece lo visual?

La respuesta está conectada con el incidente Becerro de Oro. Lo que ese pecado demostró fue que el pueblo no podía relacionarse plenamente con un Dios que no les diera una señal visible y permanente de Su presencia y con el cual solo era posible comunicarse a través del más grande de los Profetas. La Torá fue entregada a los seres humanos comunes, no a los ángeles o individuos únicos como Moshé. Es difícil creer en un Dios que está en-todos-lados-en-general-pero-en-ninguno-en-particular. Es difícil sostener una relación con un Dios que se evidencia solo en milagros y eventos únicos pero no en la vida diaria. Es difícil relacionarse con Dios cuando solo se manifiesta como un poder apabullante.

Por tal motivo el Mishkán se transformó en la señal visible de la presencia permanente de Dios en medio del pueblo. Los que allí oficiaron lo hicieron, no por su grandeza personal, como Moshé, sino por nacimiento y por oficio, señalado por sus vestimentas. El Mishkán representa el reconocimiento del hecho de que la espiritualidad humana tiene que ver con las emociones, no solo con el intelecto; con el corazón, no solo con la mente. De ahí lo estético y lo visual como una manera de inculcar la sensación de sobrecogimiento. 

El objetivo del énfasis en los elementos visuales del Mishkán y de los grandiosos ropajes de los que allí oficiaban era para crear una atmósfera de reverencia que apuntara a una belleza y esplendor que los trascendía, o sea, a Dios mismo.

Rambam captó el poder emotivo de lo visual. En sus Ocho Capítulos, el preludio de su comentario sobre el tratado Avot, dice: “El alma necesita descansar y hacer aquello que relaja los sentidos, como mirar decoraciones y objetos hermosos para que el cansancio sea menor.” El arte y la arquitectura pueden disminuir la depresión y energizar los sentidos.

La perspectiva del Rambam acerca de lo visual, le permite explicar la difícilmente comprensible ley que impide a un Cohen con un defecto físico oficiar en el Templo. Eso va en contra del principio general de Rajmana liba ba’i, “Dios quiere el corazón,” el espíritu interno. La exclusión, dice Rambam, nada tiene que ver con la naturaleza de la plegaria ni con el servicio Divino sino con las actitudes populares. “La muchedumbre no aprecia al hombre en su verdadero ser”, escribe, sino que lo juzga por las apariencias. Puede que esté mal, pero era un hecho innegable. El propósito del santuario era el de traer la experiencia de Dios a la tierra en una estructura física con una rutina regular llevada a cabo por personas comunes. La finalidad consistía  en hacer que la gente pudiera percibir la Presencia Divina invisible, mediante un fenómeno visible. La belleza visual era clave.

Por lo tanto, hay un lugar para la estética y para lo visual en la vida espiritual. En tiempos modernos, Rav Kook en particular esperaba una renovación del arte judío en la resurgida tierra de Israel. Como he escrito en otros textos, él amaba la obra de Rembrandt, decía que representaba la luz del primer día de la creación. También apoyó, con algunas reservas, la Academia de Arte Bezalel, una de las primeras señales de esta renovación.

La gran diferencia entre el antiguo Israel y la antigua Grecia es que los griegos creían en lo sagrado de la belleza, mientras que Israel sostiene el hadrat kodesh, la belleza de lo sagrado.

Yo creo que la belleza tiene poder, y en el judaísmo siempre tuvo una finalidad espiritual: hacernos tomar conciencia del universo como obra de arte, testimonio del Artista supremo, Dios mismo.

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Cómo podemos incorporar la belleza estética a nuestro servicio a Dios?

 “Arte en hebreo – omanut – tiene una conexión semántica con emuná, “fe” or “fidelidad”. Un verdadero artista es fiel tanto a sus materiales como a su tarea, y nos enseña: “Para ver el mundo en un grano de arena, Y el cielo en una flor silvestre, Sujeta el infinito en la palma de tu mano, Y la eternidad en una hora.” El nombre Betzalel significa, “en la sombra de Dios.” Arte es la sombra proyectada por el resplandor de Dios que baña todas las cosas: “El mundo está cargado con la grandeza de Dios. Se encenderá, como el brillo de una lámina sacudida.”

La sombra de Dios, Convenio y Conversación, Vayakel 5771

  1. ¿Por qué el judaísmo es cuidadoso con los valores representados por las vestimentas?
  2. ¿Cómo pueden el Mishkán y las Vestimentas Sacerdotales llevar a “la gloria” y “el esplendor” (kavod y tiferet)?
  3. ¿Cuál es el enfoque del judaísmo a la belleza física?

¿Quieres ganar un Sidur con los rezos diarios semanales de Koren Aviv? Este Sidur ha sido diseñado para ayudar a los jóvenes a explorar su relación con Dios así como los valores, historia y religión de su pueblo. Envía un correo electrónico a: CCFamilyEdition@rabbisacks.org con tu nombre, edad, ciudad y una pregunta u observación sobre la parashá de Convenio y Conversación Edición Familiar. Los participantes deben ser menores de 18 años. Cada mes seleccionaremos dos de las mejores, y ambos recibirán un Sidur dedicado por el Rab Sacks! Gracias a Koren Publishers por la amabilidad de donar estos maravillosos Sidurim.

en pocas palabras

  1. Hay dos enfoques principales para esta pregunta. El primero es que creemos que cuando venga el Mashiaj, el Templo se reconstruirá y que el servicio del Templo se restablecerá. Todos los detalles que figuran en la Torá y en otros lugares, algún día serán de uso práctico nuevamente.  El segundo enfoque es que todos estos detalles nos recuerdan que Dios creó un hogar para la humanidad, aquí en la Tierra, y nosotros como pueblo pasamos demasiado tiempo aprendiendo sobre los detalles y poniendo atención para hacer un hogar para Su Presencia, al construir primero el Mishkán, luego el Beit HaMikdash y, por último, hoy en día, todas las grandes sinagogas construidas minuciosamente por las comunidades alrededor del mundo. Todo lo que se encuentra en la Torá está allí para enseñarnos lecciones importantes. El mensaje de esta semana de Convenio y Conversación, es un ejemplo de una lección importante que aprendemos de los detalles de las vestimentas Sacerdotales.

LA IDEA CENTRAL

  1. Los seres humanos poseen una parte física y una parte espiritual, y vivimos en un mundo físico. Luchamos para relacionarnos y conectarnos con un Dios incorpóreo, que no tiene forma física. Los aspectos físicos del Mishkán, incluidas las vestimentas Sacerdotales, ayudan a los seres humanos a conectarse con Dios a través de los aspectos físicos y visuales del culto a Dios. Ver “Pensando más profundamente”: “[Su] finalidad era traer la presencia de Dios a la tierra, a través de una estructura física con rutinas regulares realizadas por seres humanos comunes. Su propósito era hacerle sentir a los humanos la Presencia Divina invisible, por medio de un fenómeno visible”.
  2. La manera en que se visten las personas, puede contribuir a  o incluso crear la atmósfera que los rodea. Ejemplos de esto pueden ser el código de vestimenta formal de un lugar de trabajo, el uniforme escolar o las vestimentas casuales. Nos vestimos bien para un casamiento, y sentimos que es una ocasión esencial. Así, cuando podemos ver a la novia con su vestido, sentimos verdaderamente la importancia del día. La manera en la que uno se viste puede también crear emociones y estados mentales en el  portador.

UNA VEZ SUCEDIÓ…

  1. El narrador de esta historia pasa mucho tiempo pensando en qué vestimentas llevarse al campamento. Al final, las vestimentas elegidas fueron aquellas que expresaban identidad, le daban confianza y  lo hacían sentir especial. La relación entre esta historia y el mensaje de Convenio y Conversación, es que tal como las vestimentas Sacerdotales eran importantes para el estado mental de los Cohanim que las vestían, y para aquellos que miraban el servicio, así, también, las vestimentas que elegimos vestir tienen influencia en nosotros y  envían un mensaje, incluso si es subconsciente y sutil, a aquellos que se encuentran a nuestro alrededor.
  2. La mayoría de los niños y adolescentes tienen varios uniformes en sus vidas, incluso si no se consideran como tales. Como se ilustra en la historia, estos pueden incluir el uniforme escolar, los conjuntos deportivos, la camiseta de algún movimiento juvenil, y las reglas y códigos de vestimentas para Shabat. ¿Cuántos y cuáles uniformes vistes y cómo te hacen sentir cuando te los pones?

PENSANDO MÁS PROFUNDAMENTE

  1. Hacemos esto al invertir en los aspectos físicos de nuestro servicio a Dios, como nuestras sinagogas, los objetos que utilizamos para hacer mitzvot y las vestimentas que vestimos cuándo las hacemos. Sin embargo, tomando al Rav Kook como modelo, también podemos encontrar profunda espiritualidad  en la belleza física, ya sea en la naturaleza o en el arte hecho por el hombre. Toda belleza estética es una expresión de lo Divino, y verla de esta forma, puede ayudarnos a conectarnos con lo Divino. Ver también  “Del pensamiento del Rabino Sacks”.

ALREDEDOR DE LA MESA DE SHABAT

  1. El Judaísmo se interesa por la verdad interior. Las vestimentas tienen que ver con lo superficial, no con lo profundo; con lo exterior, no con el interior; con la apariencia más que con la realidad. La palabra hebrea para “vestimenta”, b-g-d, también significa “traición”, y el mensaje de esta semana de Convenio y Conversación, enumera varios ejemplos de vestimentas en historias bíblicas, que se usaron para engañar y traicionar.
  2. La finalidad del Tabernáculo y de todos los aspectos físicos del culto Divino que se realizaban en él, eran traer la  presencia de Dios sublime e incorpórea a la tierra, a través de una estructura física. Era importante que esta estructura y servicio sea físicamente hermosa para inspirar asombro y maravilla en aquellos que rendían el culto (los Cohanim) y en aquellos que en cuyo nombre se llevaba a  cabo el servicio (los Israelitas). Esto es la “gloria” y “el esplendor”– estas emociones son la manera en la que nos podemos conectar con Dios en Su culto.
  3. La belleza física es una expresión de la sublime belleza espiritual de Dios. podemos encontrar esto en la naturaleza y en la belleza hecha por el hombre. (El desafío es asegurarnos de no desasociar la belleza física de la belleza espiritual, y de no poner demasiado énfasis en lo estético). Estamos incentivados a utilizarlos en nuestro culto a Dios. Un ejemplo es la época de Sucot, en la que las personas se esmeran en decorar la Sucá y se aseguran que su etrog sea hermoso. Este es un ejemplo excelente de hidur mitzvá.

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Esta Edición Familiar es una guía al ensayo principal de Convenio y Conversación que puedes leer aquí.

Traducción y edición

  • Iair Salem
  • Carlos Gómez
  • Inés Jawetz
  • Michelle Lahan
  • Abraham Maravankin