Edición Familiar: Haremos y escucharemos (Mishpatim 5780)

EDICION FAMILIAR: HAREMOS Y ESCUCHAREMOS (MISHPATIM 5780)

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Esta Edición Familiar es una guía al ensayo principal de Convenio y Conversación que puedes leer aquí.

IDEA CLAVE DE LA SEMANA

La acción nos debe unir, dejando espacio para que encontremos nuestro propio camino hacia la fe.

En la parashá de la semana pasada, Hashem les  dio a los Hijos de Israel la Torá en el Monte Sinaí. Esto incluyó los Diez Mandamientos. En la parashá de esta semana leemos más acerca de los detalles de muchas de las leyes y mitzvot.

Esta semana se enfoca principalmente en las leyes de cómo los israelitas deberán vivir una vez que entren a la Tierra de Israel y crear una sociedad allí. Este tipo de mitzvot es llamadas leyes civiles. Algunos ejemplos de la clase de mitzvot que estudiamos en Mishpatim son: leyes sobre esclavos y cuando deben ser liberados, leyes sobre lo que pasa si alguno daña tu propiedad o te hiere a ti, leyes sobre responsabilidad social, justicia y compasión – cómo debemos tratarnos unos a otros a diario, y también hay algunas leyes sobre Shabat y las Festividades. 

Al final de la parashá, el pacto de la Torá (que es como un contrato entre Dios y el Pueblo Judío) es “firmado” en una ceremonia simbólica con sacrificios. El pueblo acepta su parte del pacto con las palabras “haremos y escucharemos”. Finalmente Moshé sube al Monte Sinaí para reunirse con Dios por cuarenta días y cuarenta noches.

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Cuál es la diferencia entre “haremos” y “escucharemos”? ¿Por qué el pueblo debía hacer esas dos promesas?

Dos palabras que leemos hacia el final de la parashá – naasé ve-nishmá, “Haremos y escucharemos” – se cuentan entre las más famosas del judaísmo. Es lo que dijeron nuestros antepasados cuando aceptaron el pacto en el Sinaí. Configura el contraste más contundente con las quejas, pecados, incidentes y rebeliones que parecían marcar muchos de los relatos de los años del desierto descritos en la Torá.

Examinemos qué significan exactamente estas palabras. Naasé directamente significa “Haremos.” Se refiere a una acción, un comportamiento, un hecho. Pero la palabra nishmá no es para nada claro. Podría significar “oiremos” o también “obedeceremos”, o aún “comprenderemos.” Esto sugiere que hay más de una manera de interpretar naasé ve-nishmá. Acá tenemos algunas:

[1] Significa “Haremos y después escucharemos.” Esta es la visión del Talmud (Shabat 88a) y de Rashi. Dicen que el pueblo aceptó el pacto aún antes de escuchar sus términos. Dicen “haremos” antes de saber qué es lo que Dios quiere que hagan, que es una expresión de fe completa en Dios.

[2] “Nosotros haremos (lo que ya nos han ordenado hasta ahora) y obedeceremos (todas las órdenes futuras).” Esta es la interpretación de Rashbam. La declaración de los israelitas consideró los eventos tanto hacia atrás como hacia adelante. El pueblo comprendió que estaba en una travesía  espiritual y además física, y podrían no percibir todos los detalles de la ley de una sola vez. Nishmá significa no solamente “oír” sino “escuchar, obedecer, responder fielmente con hechos.”

[3] “Haremos obedientemente” (Sforno). En esta visión las palabras naasé y nishmá son endíadis, o sea, una misma idea expresada mediante dos términos. Los israelitas estaban diciendo que harían lo que Dios les pidiera, no por obtener algún beneficio sino simplemente porque querían hacer Su voluntad. Él los había salvado de la esclavitud, los había guiado a través del desierto y quisieron expresarle su lealtad total como redentor y dador de leyes.

[4] “Haremos y comprenderemos” (Isaac Arama en Akedat Ytzjak).  La palabra shemá puede entenderse como “comprender”. De acuerdo a esta explicación, cuando los israelitas ponen ‘hacer’ antes de ‘entender’, estaban  expresando una profunda verdad filosófica. Hay ciertas cosas que solo se comprender al hacer. Solo se comprende el liderazgo al liderar. Solo se comprende la autoría de un texto, escribiendo. Solo se comprende la música escuchando. Leer estos temas en los libros no es suficiente. Así es con la fe. Sólo comprendemos el judaísmo viviendo de acuerdo a sus preceptos. No es posible entender la fe desde afuera. La acción conduce a la comprensión.

Siguiendo esta interpretación, podremos escuchar otra idea importante.  Si examinamos cuidadosamente los capítulos 19 y 24 de Éxodo podremos ver que los israelitas aceptaron el pacto tres veces, pero los tres versículos en los que aparecen son significativamente diferentes:

  1. El pueblo, todo junto, le respondió: Haremos (naasé) todo lo que el Señor nos ha dicho. (Éxodo 19:8).
  2. Cuando Moshé fue y le transmitió al pueblo las palabras del Señor y las leyes, respondieron con una sola voz: “Todo lo que ha dicho el Señor, haremos (naasé).” (Éxodo 24:3)
  3. Entonces (Moshé) tomó el Libro del Pacto y lo leyó a todo el pueblo. Ellos respondieron: “Haremos y escucharemos (naasé ve-nishmá) todo lo que el Señor ha dicho.” (Éxodo 24:7)

Sólo el tercero de estos versículos contiene la frase naasé ve-nishmá, y sólo esta carece de la declaración de unanimidad del pueblo. Los otros dos son enfáticos en decir que el pueblo era como uno: el pueblo “respondió todo junto” y “con una sola voz.”  Esto sugiere que cuando se trata de la acción (naasé) debemos permanecer unidos. Sin embargo, puede haber más de una camino hacia el entendimiento de nuestra fe (nishmá).

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Cómo puede estar unido en la acción el pueblo judío?
  2. ¿Puedes pensar en ejemplos de diferentes caminos hacia la fe en el judaísmo?

El primer Rebe de Satmar, Rab Yoel Teitelbaum, era conocido por ser un tenaz oponente al sionismo. Uno de los ejes centrales de su filosofía del judaísmo era la opinión de que está prohibido para el pueblo judío crear un estado judío en la tierra de Israel hasta la llegada del mesías.  También era conocido como un gran filántropo, dando dinero a todos los judíos con necesidades que acudían a él sin hacerles preguntas, su voluntad de ayudar provenía de un profundo sentido de amor y bondad.

Una vez, un judío desesperado, conocido por apoyar abiertamente el sionismo, lo vino a visitar. Recientemente se había enterado que su hijo necesitaba urgentemente una intervención quirúrgica que le salvaría la vida, que costaría una gran suma de dinero, más de la que él podría pagar. Se había enterado que la única persona que le podría dar esa gran cantidad de dinero con tan poco aviso era el Rebe de Satmar. Tenía un profundo temor y estaba dudoso de sus posibilidades. Después de todo, él venía de un mundo completamente diferente al del Rebe de Satmar. ¡¿Por qué el Rebe le daría tzedaká, si él era un judío sionista que representaba con todo aquello a lo que el Rebe se oponía?! Pero el hombre estaba tan desesperado por salvar la vida de su hijo que estaba dispuesto a tratar cualquier cosa, y fue a visitar al Rebe.

A medida que entraba en la Yeshivá de Satmar, sintió que todos hacían silencio y tornaban sus miradas hacia él. Se acercó al Rebe, y en voz baja empezó a hablarle sobre las necesidades médicas de su hijo y su situación desesperada. Incluso antes de que pudiera terminar su historia, el Rebe instruyó a su ayudante para que le entregara a este hombre la cantidad de dinero que necesitaba. En total asombro, el hombre se retiró de la yeshivá con lágrimas cayendo por sus mejillas.

Después de que el hombre se retirara, uno de los jasidim le preguntó al Rebe: “¡¿Cómo puedes ayudar a este hombre si es un sionista?!” El Rebe lo miró con fuego en sus ojos y replicó “Peleamos contra opiniones y filosofías. ¡No peleamos con judíos!”

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Cómo ilustra esta historia la idea de los muchos caminos individuales a la fe (nishmá)?
  2. ¿Cómo ilustra esta historia la idea de unidad desde la acción (naasé)??

En el nivel de naasé, el hecho judío, somos uno. Ciertamente, existen diferencias. En cada generación hay desacuerdos entre los principales poskim, las autoridades halájicas. Eso es así en todo sistema legal. Pobre es la Corte Suprema que no da lugar a opiniones disidentes. Ashkenazim y Sefaradim también tienen diferencias. Pero esas diferencias son menores comparadas con los acuerdos respecto a lo fundamental de la halajá.

Esto es lo que históricamente unió al pueblo judío. El judaísmo es un sistema legal. Es un código de conducta. Es una comunidad de hecho. Es ahí donde requerimos consenso. Por lo tanto cuando llegamos a los hechos – naasé – los israelitas hablaron “juntos” y en una sola voz.” Pese a las diferencias entre Hillel y Shamai,  Abaye y Rava, Rambam y Rosh, Iosef Caro y R. Moshé Isserles, estamos unidos por la coreografía del hecho judío.

Sin embargo, en el nivel de nishmá, comprensión, no hemos sido llamados a ser uno. El judaísmo ha tenido a sus racionalistas y a sus místicos, filósofos y poetas, estudiosos cuyas mentes estaban firmemente fijadas en la tierra y santos cuyas almas se elevaban hacia los cielos. Los rabinos dijeron que en el Sinaí todos recibieron la revelación a su manera.

“‘Y todo el pueblo vio’ (ver Shemot 20:15) los sonidos del sonido y las llamas de las llamas. ¿Cuántos sonidos había y cuántas llamas? Cada uno escuchó de acuerdo a su nivel de comprender lo que estaba experimentado.” (Mejilta 20:15b)

Lo que une a los judíos, o como debería ser, es la acción, no la reflexión. Hacemos las mismas acciones, pero las comprendemos de manera diferente. Hay acuerdo en cuanto al naasé, pero no con el nishmá. Eso es lo que quiso decir Rambam en su ‘Comentario sobre la Mishná’, que “cuando no hay acuerdo entre los sabios y no se trata de una acción sino solo establecer una opinión (sevara) no es apropiado hacer de ella una regla halájica a favor de una de las partes.”

Eso no significa que el judaísmo no tenga convicciones muy firmes. Las tiene. La formulación más simple – según R. Shimón ben Zemaj Duran y Iosef Albo, y en el siglo XX Franz Rosenzweig – consiste en tres creencias fundamentales: la creación, la revelación y la redención. Los 13 principios de Maimónides elaboran esta estructura básica. Estas tres creencias también constituyen la estructura del rezo judío.

La Creación significa ver el universo como la tarea de Dios. La Revelación, ver la Torá como la palabra de Dios. La Redención es ver la historia como un hecho de Dios y Su llamado. Pero dentro de estos parámetros generales, debemos cada uno de nosotros encontrar nuestra propia comprensión, guiados por los sabios del pasado, instruidos por nuestros maestros del presente, y encontrando nuestra propia ruta hacia la Divina presencia.

La persecución de la herejía no es nuestra actividad más feliz. Un episodio terrible de la historia judía es la forma en que Rambam fue tratado, fue acusado de herejía, y después de su muerte sus libros fueron quemados. Estos fueron episodios lamentables.

El judaísmo es tema tanto de credo como de hechos. Pero es necesario dar al pueblo un amplio margen en cómo comprenden la fe de nuestros ancestros.

“Haremos y comprenderemos,” significa: haremos todo de la misma forma; comprenderemos a nuestra propia manera. 

Yo creo que la acción nos une, dejándonos el espacio para encontrar nuestro propio camino hacia la fe.

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Crees que el pueblo judío está unido en la acción? ¿Dejamos lugar a otros en nuestras comunidades para que encuentren su propio camino hacia la fe?

“Abraza una gran variedad de construcciones diferentes. ¿A qué podríamos compararla? Quizás la mejor analogía es el lenguaje. Un lenguaje está determinado por reglas de sintaxis y semántica. Pero dentro de ese lenguaje, se puede decir o escribir un número infinito de oraciones o libros. Dentro de este, también puede haber acentos o dialectos regionales. La ortodoxia está determinada por creencias y mandamientos. Pero dentro de ese marco, yace una multiplicidad de estilos cognitivos, emocionales, espirituales y culturales sin fin.”

One People? Tradition, Modernity, and Jewish Unity, pp. 92-93

  1. ¿Qué crees que significa naasé ve-nishmá?
  2. ¿Qué tiene la palabra nishmá que sugiere diferentes aproximaciones filosóficas a la fe?
  3. ¿Cuáles son las declaraciones de fe básicas en las que debemos creer, y dónde podemos tener una aproximación individual?

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en pocas palabras

  1. La comprensión básica de estas palabras (antes de entrar en un nivel más profundo de comprensión, desarrollado en el resto de Convenio y Conversación) es que naasé significa que haremos todo lo que Dios nos pida, y aceptamos esto antes de siquiera oír los detalles de las leyes de la Torá – nishmá. Al hacer estas promesas como grupo, en vez de decir, “primero leeremos las leyes y luego solo las aceptaremos si estamos de acuerdo con ellas”, estaban demostrando su emuná, la fe que tenían en Dios. Generalmente, se nos enseña leer cuidadosamente un contrato antes de firmarlo. Para aceptar un pacto, debes confiar plenamente en la persona que elaboró el contrato, y confiar en que uno mismo puede cumplir con  todas las condiciones. El pueblo se paró frente al Monte Sinaí e hizo una declaración de fe.

LA IDEA CENTRAL

  1. Estar unidos en la acción significa que el Judaísmo tiene prácticas normativas – ya sean halájicas o comportamientos éticos basados en los valores del judaísmo. En estos tiempos modernos, en los que no todos los judíos están de acuerdo o unidos en estos aspectos normativos de comportamiento del judaísmo, hay un mensaje adicional en este concepto. Hay cuestiones que nos pueden y nos deben unir. Cuestiones que enfrentan a todos los judíos y por las cuales todos pueden estar de acuerdo en la importancia de tomar acción, como el antisemitismo o la pobreza.
  2. Los diferentes caminos que tomamos hacia la fe en el judaísmo, son lo que nos diferencian en la forma de ser judíos. Para algunos judíos, la espiritualidad mística del jasidut es lo que los atrae, mientras que otros podrían sentirse más cómodos con un enfoque más intelectual. Para algunos judíos, el sionismo es la base de su identidad judía, y para otros plantea un desafío más religioso. No necesitamos llegar a un consenso entre estos enfoques del judaísmo, y aun así podemos ser un pueblo unido sin consenso.

UNA VEZ SUCEDIÓ…

  1. “Los caminos individuales hacia la fe” (nishmá) que se ilustran en la historia  son la posición sionista de un judío que fue a pedirle tzedaká al Rebe de Satmar, y la posición filosófica del Rebe acerca del sionismo, que está en contra de su  filosofía de la Torá.
  2. La “unión para la acción” (naasé) que se muestra en la historia es la mitzvá de tzedaká. Esta acción es profundamente valorada por todos los judíos.

PENSANDO MÁS PROFUNDAMENTE

  1. La realidad de la sociedad judía hoy en día es que no tenemos un consenso normativo sobre la acción.  No todos los judíos que están comprometidos con la halajá pueden aceptar los límites de la halajá y cómo la halajá debe aplicarse e implementarse. Sin embargo, los aspectos que nos unen son superiores a que aquellos que nos separan. Podemos y debemos enfocarnos en estos aspectos, y unirnos para tomar acción en las cuestiones que son realmente importantes. Esto es lo que nos mantendrá unidos como pueblo. Hoy en día, hay diferentes formas de ser judío, y no siempre les damos lugar. Si nos enfocamos en la unidad de acción, esto podría ayudarnos a encontrar espacio para los judíos que viven el judaísmo de una forma diferente a la nuestra.

ALREDEDOR DE LA MESA DE SHABAT

  1. Observa los diferentes enfoques presentados en Convenio y Conversación de esta semana y decide cuales son los que más te atraen. El Rabino Sacks examina y expande sobre la opinión del Rabino Isaac Arama, pero esto no quiere decir que esta sea una interpretación más legítima que las otras que se presentan.
  2. Nishmá significa “escucharemos”. Cuando alguien escucha algo, no hay forma de que lo escuche de la misma manera que otros lo harán. Dos personas pueden escuchar una misma pieza musical y obtener cosas completamente diferentes de ella. Esto sugiere que hay espacio para la interpretación en la forma en que entendemos la Torá, permitiendo así diferentes enfoques y filosofías.
  3. El Rambam escribió los trece principios de fe (los ‘Ani Maamin’). El Rabino Sacks, basándose en el pensamiento y escritos del Rabino Shimón ben Zemaj Duran, Iosef Albo y Franz Rosenzweig, consolidó estas ideas en tres creencias fundamentales: en la creación, revelación y redención. (Para más detalle sobre  esto, ver la introducción del Rabino Sacks al Sidur de Koren). Él escribe que entre los parámetros generales de fe y prácticas de la halajá, “cada uno debe encontrar su propio entendimiento, guiado por los Sabios del pasado, instruido por nuestros maestros del presente y encontrando nuestra propio camino a la Presencia Divina.”

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Esta Edición Familiar es una guía al ensayo principal de Convenio y Conversación que puedes leer aquí.

Traducción y edición

  • Iair Salem
  • Carlos Gómez
  • Inés Jawetz
  • Abraham Maravankin
  • Michelle Lahan