
EDICION FAMILIAR: YA NO SERÁS LLAMADO YAAKOV (VAISHLAJ 5780)
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IDEA CLAVE DE LA SEMANA
¿Podemos aprender de Yaakov, e intentar ser suficientemente valientes para ser nosotros mismos?

En la parashá de esta semana leemos la historia del reencuentro de Yaakov y Esav. Después de muchos años de separación, Yaakov escucha que su hermano está en camino para encontrarlo, con un ejército de cuatrocientos hombres. Entonces él decide hacer tres cosas: 1. Divide su campamento en dos grupos separados. 2. Le reza a Dios para que lo ayude. 3. Manda sirvientes para entregar presentes a Esav.
Esa noche, Yaakov es atacado por un extraño misterioso y se traban en lucha. Yaakov se rehúsa a dejar ir al extraño hasta que le dé una bendición. En lugar de eso, el extraño le da a Yaakov un nuevo nombre – Israel, que significa “aquel que lucha con Dios y con los hombres y vence.” Nuestros Rabinos nos enseñan que fue un ángel quien le dio un nombre a nuevo a Yaakov. Al día siguiente los dos hermanos se encuentran, y se abrazan. Yaakov había temido una confrontación, pero en lugar de eso sólo hay amor entre ellos.La parashá termina con la muerte de Ytzjak y una lista de los descendientes de Esav
PREGUNTAS PARA PENSAR
- ¿Qué piensas que pasaba por la mente de Yaakov cuando Esav se aproximaba?

Después de la lucha con el ángel, Yaakov fue informado: “Tu nombre ya no será más Yaakov sino Israel, pues has luchado con Dios y hombres y has prevalecido.” (Génesis 32:29) Este nuevo nombre, de hecho, le fue dado una segunda vez en nuestra parashá. Después del encuentro con Esav y del episodio de Dina y Shejem, Dios le dijo a Yaakov que fuera a Bet El. Luego leemos: “Después de que Yaakov retornara de Padan Aram, Dios se le apareció nuevamente y lo bendijo. Dios le dijo: ‘Tu nombre es Yaakov pero ya no serás llamado Yaakov; tu nombre será Israel.’ Y entonces lo llamó Israel” (Génesis 35:9-10).
Esta no es la corrección de un nombre existente por el cambio o agregado de una letra, como en el caso del cambio de nombre por Dios de Abram a Abraham, o el de Sarai por Sara. Es un nombre totalmente nuevo, como para señalar que representa un cambio completo de carácter. Habiendo dicho dos veces que su nombre ya no sería Yaakov, la Torá lo sigue llamando Yaakov. Dios Mismo lo hace. También nosotros cada vez que rezamos al Dios de Abraham, Ytzjak y Yaakov. ¿Cómo puede ser, si la Torá nos dice dos veces que su nombre ya no será Yaakov?
Radak sugiere que “tu nombre ya no será llamado Yaakov” significa que “tu nombre ya no será llamado solamente Yaakov.” También tendrás otro nombre. Esto es ingenioso, pero ciertamente no es el sentido simple del versículo. Sforno afirma “En la Era Mesiánica tu nombre ya no será Yaakov.” Esto también es difícil. El tiempo futuro en la Torá se refiere al futuro inmediato, no al distante, salvo que esté explícitamente especificado.
Un tercer enfoque es entenderlo no como una declaración sino como un pedido, un desafío, una invitación. Leerlo no como “Ya no serás llamado Yaakov sino Israel.” Sino leerlo como “Que tu nombre ya no sea Yaakov sino Israel,” significando no seas lo que el nombre Yaakov representa, sino sé lo que el nombre Israel representa.
Entonces, la pregunta es, ¿qué representan los nombres Yaakov e Israel?
PREGUNTAS PARA PENSAR
- ¿Por qué necesitó Yaakov un nuevo nombre? ¿Qué tenía de malo su nombre anterior?
- ¿Son importantes los nombres? ¿Qué representan?

Dicen que las probabilidades de dos atletas de clase mundial naciendo en la misma familia eran tantas como que de los mismos padres nacieran Picasso y Monet. Y aun así, Venus y Serena Williams, dos de las más grandes jugadoras de tenis de todos los tiempos, son hermanas.
Venus nació en junio de 1980, seguida por su hermana Serena solo 15 meses más tarde. Cuando tenía 7 años, se encontró el obvio talento de Venus para el tenis, y cuando tenía 10 años toda la familia se mudó a Florida para que ella y Serena pudieran asistir a una academia de tenis allí.
Venus fue la primera en convertirse en profesional, con sólo 14 años, seguida por Serena exactamente un año más tarde. Venus fue también la primera en ganar en Wimbledon y la primera en ser número 1 del mundo. En sus primeros partidos profesionales jugando como contrincantes, Venus dominaba la cancha, ganando 4 de los primeros 5 partidos. La presión para Serena debe haber sido inmensa. Su deseo de ser, y de vencer, a su hermana mayor deben haber alimentado su duro trabajo.
Hoy, Serena ha pasado muchas más semanas siendo número 1 del mundo (316 semanas Serena, 11 semanas Venus) y ha ganado 72 títulos de singles comparado con los 49 que ganó Venus. Han jugado una contra otra 30 veces, con Serena liderando sobre Venus 18-12.
Serena jugó tenis para emular a su hermana, como los hermanos menores habitualmente hacen. Pronto, se dio cuenta que era tan talentosa como su hermana, y que ella podía encontrar su propia fuerza y desarrollar su propio estilo enérgico, jugando a su manera. Mejoró como jugadora, y alcanzó grandes éxitos. Y cuando las dos hermanas jugaban juntas en partidos de dobles, ¡hacían un equipo prácticamente invencible!Lo más importante en esta historia es el vínculo cercano de amor de las dos hermanas. Odian jugar una contra la otra, porque saben que habrá una perdedora. Pero esta fuerte relación trae una perspectiva única a la competencia. Para una hermana, la alegría de ganar se ve opacada por el dolor de haber provocado que la otra perdiera. Para la otra, el dolor de haber sido vencida se ve disminuido por la alegría de ver a ganar a un ser querido.
PREGUNTAS PARA PENSAR
- ¿Crees que sería más o menos probable que practiques tenis si tu hermana fuera Venus Williams?
- ¿Cuál crees que es el mensaje más importante que podemos tomar de esta historia?

Yaakov y Esav son dos tipos diferentes de ser humano. Los comentaristas, y las historias en el Midrash contrastan fuertemente a los dos hombres, al punto que Esav es representado como lo exactamente opuesto a Yaakov. Uno es mostrado como completamente malvado para dejar claro que el otro es puramente bueno. Pero en el texto de la Torá hay más sutilezas. Leemos poco acerca del héroe dorado y el villano malvado, y más acerca de dos personalidades muy diferentes. Yaakov representa la razón, modestia, orden, autocontrol, mientras que Esav representa la emoción, orgullo y pasión.
No es que Esav sea malo y Yaakov bueno, sino que Esav representa el mundo que fue, y Yaakov el nuevo mundo a ser creado, a veces tentativa y temerosamente, cuya espiritualidad sería radicalmente diferente, nueva y desafiante.
El hecho de que Esav y Yaakov fueran mellizos es fundamental para comprenderlos. Su relación es un ejemplo clásico de rivalidad entre hermanos. Una clave para analizar su historia es comprender el deseo mimético: el deseo de poseer lo que el otro tiene, sólo porque lo tiene. En última instancia, es el deseo de ser otra persona.
Ese es el significado del nombre Yaakov. Es el nombre que le fue colocado porque nació sosteniendo el talón de su hermano Esav. Esa fue su postura consistente durante los eventos principales de su primera infancia. Compró la primogenitura de su hermano. Usó sus vestimentas. A instancias de su madre, tomó la bendición destinada a su hermano. Cuando su padre le preguntó: “¿Quién eres, hijo mío?” respondió “Soy Esav, tu primogénito.”
Yaakov era el hombre que quería ser Esav. ¿Por qué? Porque Esav tenía algo que él no tenía: el amor de su padre. “Ytzjak, que gustaba de la carne de animales salvajes, amaba a Esav. Pero Rebeca amaba a Yaakov.”
Todo eso cambió después de la gran contienda entre Yaakov y el ángel. Ese fue el momento en el que le fue informado que su nombre sería a partir de ahora Israel. La explicación dada acerca de este nombre es: “ya que has luchado contra Dios y el hombre y has prevalecido.” También resuenan en otros sentidos. Las letras de la raíz en el nombre Israel son sar quesignifica “príncipe, realeza.” Yashar significa “erguido.” Ambos términos son un contraste del nombre Yaakov, de ekev, llamado así porque fue “el que sostiene el talón de su hermano.”
El extraño misterioso (el ángel), y después Dios, desafiaron a Yaakov a “Que tu nombre ya no sea Yaakov sino Israel,” significando, “actúa de tal manera que así serás llamado por la gente. Sé un príncipe. Erguido. Tú mismo. No ansíes ser otra persona. Esto será un desafío no para ese momento sino para muchos otros de la vida judía futura.”
Los judíos muchas veces estuvieron contentos de ser como eran. Pero cada tanto entraron en contacto con una civilización cuya sofisticación cultural, intelectual, y aún espiritual, era innegable. Los hacía sentirse inferiores, incómodos, como un aldeano que entra en una ciudad por primera vez. Los judíos cayeron entonces en la condición de Yaakov. Querían ser como el otro.
Escuchamos esto por primera vez en palabras del profeta Ezequiel: “Ustedes dicen: ‘Queremos ser como las naciones, como los pueblos del mundo, que adoran la madera y la piedra.’” (Ezequiel 20:32) En Babilonia el pueblo se encontró con un imperio impresionante cuyos éxitos económicos y militares contrastaba radicalmente con su propia condición de exilio y derrota. Algunos querían dejar de ser judíos y ser otro, cualquier otro.
Lo oímos nuevamente en la época de los griegos. Algunos judíos se helenizaron. Lo reconocemos por los nombres de algunos de los supremos sacerdotes, como Jasón y Menelao. La batalla contra esto es la historia de Janucá. Algo similar ocurrió en los días de Roma. Josefo era uno de los que se pasaron para el otro lado, aunque siguió siendo defensor del judaísmo.
También ocurrió durante el Iluminismo. Los judíos se enamoraron de la cultura europea. Con filósofos como Kant y Hegel, poetas como Goethe y Schiller, músicos como Mozart y Beethoven. Algunos pudieron integrar esto con fidelidad al judaísmo tanto en el credo como en los hechos – figuras como el Rabino Samson Rafael Hirsch y Nehemías Nobel. Otros no. Se apartaron del redil. Cambiaron sus nombres. Ocultaron su identidad. Ninguno de nosotros está autorizado a criticar lo que hicieron. El impacto combinado del desafío intelectual, cambio social y antisemitismo despiadado era inmenso. Pero esta era una respuesta Yaakov, no Israel.
Esto mismo está ocurriendo actualmente en una gran parte del mundo judío. Los judíos han superado las expectativas. El judaísmo, con notables excepciones, no lo ha logrado. Hay judíos que están en la cima de casi cualquier disciplina humana de la actualidad, pero muchos han abandonado su ascendencia religiosa o les resulta indiferente. Para ellos, ser judío es una etnicidad delgada, demasiado fina para ser transmitida al futuro, demasiado vacía para inspirar a otros.
Hemos esperado mucho tiempo para lograr lo que tenemos hoy y que nunca hemos tenido simultáneamente en toda la historia judía: la independencia y soberanía del Estado de Israel, libertad e igualdad en la diáspora. Casi todo lo que durante cien generaciones nuestros antepasados rogaron que ocurriera nos ha sido otorgado. ¿Realmente desaprovecharemos esta oportunidad? ¿O abrazaremos nuestro judaísmo? ¿Seremos Israel? ¿O mostraremos, vergonzosamente, que aún no hemos superado el nombre de Yaakov, la persona que quería ser otro? Yaakov frecuentemente mostraba temor porque no estaba seguro si quería ser él mismo o su hermano. Es por eso que Dios le dijo: “Que tu nombre no sea Yaakov sino Israel.” Cuando tienes miedo o no estás seguro de quién eres, eres Yaakov. Cuando tienes fortaleza y confianza en ti mismo, eres Israel.
El hecho de que la Torá y la tradición aún usen la palabra Yaakov, no solo Israel, nos dice que el problema no ha desaparecido. Yaakov parece haber luchado con esto a través de toda su vida, y nosotros todavía lo hacemos hoy. Se necesita coraje para ser diferente, ser una minoría, ser contracultural. Es fácil vivir para el momento como Esav, o ser “como los pueblos del mundo” como dijo Ezequiel.
Yo creo que el desafío planteado por el ángel persiste hasta hoy. ¿Somos Yaakov, avergonzados de lo que somos? ¿O somos Israel, con el coraje de mantenernos erguidos y transitar por el camino de la fe?
PREGUNTAS PARA PENSAR
- ¿De qué forma demuestras en tu vida que estás orgulloso de ser quien eres?

“La rivalidad de hermanos es derrotada en el momento que descubrimos que Dios nos ama por lo que cada uno es, no porque lo que otro es. Cada uno de nosotros tiene su propia bendición… La rivalidad de hermanos no es el destino, sino un trágico error. Siendo joven, Yaakov pretendía ser alguien que no era. Solo durante la noche, luchando con el ángel, descubrió una verdad que terminó con sus conflictos: que somos amados por aquello que nos hace únicos.”
Not in God’s Name, p. 141

- ¿Por qué Yaakov estaba celoso de Esav? ¿Por qué deseaba ser Esav?
- ¿Qué mensaje tenía el nuevo nombre que el ángel le dio a Yaakov?
- ¿Qué pueden aprender los judíos hoy de los dos nombres de Yaakov?

¿Quieres ganar un Sidur con los rezos diarios semanales de Koren Aviv? Este Sidur ha sido diseñado para ayudar a los jóvenes a explorar su relación con Dios así como los valores, historia y religión de su pueblo. Envía un correo electrónico a: CCFamilyEdition@rabbisacks.org con tu nombre, edad, ciudad y una pregunta u observación sobre la parashá de Convenio y Conversación Edición Familiar. Los participantes deben ser menores de 18 años. Cada mes seleccionaremos dos de las mejores, y ambos recibirán un Sidur dedicado por el Rab Sacks! Gracias a Koren Publishers por la amabilidad de donar estos maravillosos Sidurim.

en pocas palabras
- La Torá nos cuenta que Yaakov estaba asustado. Había huido hacía muchos años, porque Esav había jurado matarlo. Si bien es imposible saber todo lo que Yaakov sentía, podemos especular en base a la naturaleza humana y lo que sabemos de la relación entre ellos a través de la narrativa del texto. Yaakov debe haber tenido esperanza en que se podrían reconciliar (comprobable en la subordinación que demostró en los mensajes y regalos que envió antes a Esav). Pero quizás también había desarrollado una mayor conciencia de sí mismo y su propio valor, ya no sintiendo envidia de Esav. Quizás sintió que finalmente podría abrazar a Esav como un igual, y esperaba la oportunidad de hacerlo.
LA IDEA CENTRAL
- Saber el significado y lo que representa el nombre Yaakov ayuda a responder esta pregunta, esto es el deseo desde el nacimiento de ocupar el lugar de Esav. Desde su primera acción durante su nacimiento, Yaakov estaba sujetando el talón de su hermano, quizás en un intento de ser el primogénito. Su nuevo nombre, Israel, representaba un orgullo en quién era (yashar – erguido, o sar – príncipe). Su nuevo nombre era un desafío para él, de seguir adelante de su deseo de ser su hermano mayor, y conectarse con su propia identidad y su rol.
- Los nombres representan la identidad. Nos son dados por nuestros padres (o en este caso Dios) como una declaración de valores y cultura, que llevamos a donde quiera que vayamos. Indican quienes somos. En esta historia, representa lo que Yaakov fue llamado a ser – su entendimiento de su propia identidad y destino.
UNA VEZ SUCEDIÓ…
- Los hermanos menores normalmente quieren ser igual que sus hermanos mayores (como en nuestra parashá) y deben ser alentados a ser ellos mismos. Serena Williams, como Yaakov, finalmente se estableció como jugadora y como persona en su propio derecho, a pesar de haber seguido los pasos de su hermana. Sin embargo, el concepto de desidentificación también existe, donde los hermanos se esfuerzan duramente para ser diferentes a sus hermanos para no competir directamente con ellos (o quizás es otra forma de competir, al tratar de ser únicos y especiales). Es natural que nos rebelemos contra nuestros hermanos, tratando de marcar nuestro camino, y forjar nuestra propia identidad. Si estamos conscientes de esta tendencia, podemos comprobar que estamos tomando decisiones por las razones correctas, y no sólo por el deseo de ser diferentes.
- Si bien la rivalidad entre hermanos es natural, el amor fraternal (que es igualmente natural) puede demostrar una forma positiva de competir. Las hermanas Williams se aman y se apoyan mutuamente como individuos únicos, y si bien compiten ferozmente, también pueden alentarse, y animarse una a la otra, porque la base de su relación es el amor de hermanas.
PENSANDO MÁS PROFUNDAMENTE
- Todos tenemos oportunidades en nuestras vidas para fortalecernos y ser judíos orgullosos, ya sea en conversaciones, con nuestra apariencia externa, con nuestras acciones o nuestras elecciones. Cada uno de nosotros debe sentirse orgulloso de quien es y cómo vive su vida. Los no judíos también sentirán más respeto por los judíos que respetan su propia identidad y tradiciones.
ALREDEDOR DE LA MESA DE SHABAT
- Yaakov nació sujetando el talón de su hermano Esav. Ya desde el comienzo quería estar en el lugar de Esav. Compró la primogenitura de su hermano. Vistió la ropa de su hermano. A pedido de su madre, tomó la bendición de su hermano. Cuando su padre le preguntó “¿Quién eres tú, eres mi hijo?”, él contestó “soy Esav, tu primogénito.” Yaakov quería ser Esav. Las principales razones eran que él creía que el primogénito heredaría el pacto con Dios, y que la relación de Ytzjak con Esav era aparentemente más fuerte.
- El ángel le dio a Yaakov un nuevo nombre, no como declaración sino como un pedido, un desafío, una invitación. No “ya no serás llamado Yaakov, sino Israel”, más bien “que tu nombre ya no sea Yaakov sino Israel,” significando “actúa de forma tal que esta sea la forma en que la gente te llama.” El nombre Israel significa: “porque has luchado con Dios y con el hombre y has prevalecido.” Pero también contiene otros dos significados. Sar significa “príncipe, realeza.” Yashar significa “erguido.” Ambos significados contrastan con el nombre Yaakov, el “que sujeta el talón de su hermano.” Este es un mensaje para todos los hijos de Israel. Sean de la realeza. Manténganse erguidos. Sean ustedes mismos. No desperdicien su vida deseando ser alguien más.
- El hecho que la Torá y la tradición aún utilicen la palabra Yaakov, no solamente Israel, nos indica que el problema no ha desaparecido. Yaakov parece haber luchado con ello durante toda su vida, y nosotros aun lo hacemos hoy. Muchas veces, los judíos han estado contentos de ser ellos mismos. Pero de tiempo en tiempo, somos tentados por los caminos de otros pueblos, tanto individuos como civilizaciones. Esto ha pasado a lo largo de la historia y todavía sucede hoy. Levantarse y ser diferente, ser una minoría, contracultural, requiere de coraje. Mira la declaración final que hace el Rabino Sacks en Pensando más profundamente, y analiza cómo puedes abrazar tu identidad judía y tus creencias, tus fortalezas y tu personalidad únicas. (Ve también la respuesta 2, arriba).
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Traducción y edición
- Iair Salem
- Carlos Gómez
- Inés Jawetz
- Abraham Maravankin