Edición Familiar: Entre esperanza y humanidad (Sheminí 5779)

EDICION FAMILIAR: ENTRE ESPERANZA Y HUMANIDAD (SHEMINÍ 5779)

Convenio y Conversación: Edición Familiar es una iniciativa nueva y emocionante de La Oficina del Rabino Sacks para 5779. Escrita como un acompañamiento al ensayo semanal Convenio y Conversación del Rabino Sacks, la Edición Familiar tiene como objetivo conectar a los niños mayores y adolescentes con sus ideas y pensamientos sobre la parashá.

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Esta Edición Familiar es una guía al ensayo principal de Convenio y Conversación para  Sheminí 5779 que puedes leer aquí.

En el capítulo 25 de Éxodo, leemos sobre el mandato de erigir el Santuario. Shemini representa la conclusión de este relato con la celebración del primer servicio en el Tabernáculo. Pero lo que hubiera sido una ocasión de júbilo, se tornó en una tragedia cuando dos de los hijos de Aarón mueren porque trajeron “un fuego extraño” como un sacrificio a Dios. La parasha entonces continúa con la descripción de las leyes alimenticias (kashrut), específicamente describiendo cuáles animales, peces y aves pueden comerse.

Debería haber sido un día de alegría y celebración. El Tabernáculo, el primer sitio de rezo de los Hijos de Israel, había sido completado. Por siete días, Moshé ha realizado la ceremonia que declaraba al Tabernáculo abierto para sus fines. Finalmente ha llegado el octavo día en el primero de Nissan. Los sacerdotes, liderados por Aarón, estaban listos para comenzar su servicio.

Y fue justo en ese momento que ocurrió la tragedia. Dos de los hijos de Aarón, Nadav y Avihu, trajeron un “fuego extraño que (Dios) no les había ordenado”. Un fuego entonces “provino de Dios” y ellos murieron. A esto le siguen dos conversaciones entre Moshé y Aarón. La primera:

Moshé entonces dijo a Aarón: “Esto es lo que habló el Señor cuando dijo: ‘Ante aquellos que están cerca de Mí me mostraré Santo; a la vista de todo el pueblo Yo seré honrado.’” Aarón permaneció en silencio

Levítico 10:3

Moshé entonces mandó que los cuerpos sean retirados, y a Aarón y sus otros hijos que no realizaran las prácticas usuales de duelo. También les dio más instrucciones para evitar que sucedan tragedias semejantes en el futuro, y controló además, que los sacrificios del día hubieran sido realizados. Descubrió que Aarón y sus hijos habían quemado la ofrenda de pecado, en lugar de comerla. Y esto llevó a la segunda conversación:

(Moshé) estaba enojado con Eleazar e Itamar, los hijos restantes de Aarón, y preguntó: ”¿Por qué no comieron la ofrenda de pecado en la zona del Santuario? Es el más sagrado, y les fue dado para expiar el pecado de la comunidad ante el Señor. Como su sangre no fue llevada al Lugar Sagrado, tendrían que haber comido la cabra en la zona del Santuario, como yo ordené.”

Aarón le replicó a Moshé: “Hoy ellos sacrificaron su ofrenda por el pecado y su ofrenda quemada ante el Señor, pero cosas como estas me han ocurrido a mí. ¿Estaría contento el Señor si hubiera comido la ofrenda de pecado, hoy?” Cuando Moshé escuchó esto, lo aprobó.

Levítico 10: 16-20

El aspecto psicológico detrás de estas conversaciones es fascinante. Moshé trata de reconfortar a su hermano, que ha perdido a dos de sus hijos. Le dice que Dios ha dicho: “A aquellos que están cerca de Mí, Me mostraré santo.” Según Rashi, esto significa “Ahora veo que ellos (Nadav y Avihu) eran más grandes   que tú y yo” Cuanto más santa es la persona, tanto más exige Dios de ella.

Es como si Moshé le hubiera dicho a Aarón “Hermano mío, no desfallezcas ahora. Hemos llegado tan lejos. Hemos escalado tan alto. Sé que tu corazón está partido. Pensamos que nuestros problemas habían quedado atrás, que después de todo de lo que sufrimos en Egipto, en el Mar Rojo, en la batalla contra Amalek y con el pecado del Becerro de Oro, que finalmente nos encontramos seguros y libres. Y ahora sucedió esto. Pero Aarón, no te entregues, no desesperes, no pierdas la fe. Tus hijos murieron no por malvados sino por santos. Aunque la acción estuvo mal, sus intenciones fueron buenas. Simplemente se exigieron demasiado.” Pero pese a las palabras de consuelo de Moshé, “Aarón se mantuvo en silencio” porque su dolor era demasiado grande en ese momento.

En el segundo diálogo, Moshé está preocupado por otra cosa – la comunidad, cuyos pecados debían haber sido expiados por la ofrenda. Es como si le hubiera dicho a Aarón: “Hermano, sé que estás en un estado de desconsuelo. Pero tú no eres una persona cualquiera. Eres el Sumo Sacerdote. La gente necesita que cumplas con tus funciones, cualesquiera que sean tus sentimientos.”  Pero Aarón contesta: “¿Estaría contento Dios si hubiera comido la ofrenda de pecado, hoy?” Quizá Aarón está diciendo: “Yo sé que en general, le está prohibido al Sumo Sacerdote estar de duelo como si fuera un individuo común. Esa es la ley, y yo la acepto. Pero si yo hubiera actuado hoy como si nada, como si mis hijos no hubieran muerto, ¿no sentiría el pueblo que yo fuera un desalmado, como si la vida y la muerte humana no me significaran nada, como si el servicio a Dios significara negar mi humanidad?”. Esta vez el que permaneció en silencio fue Moshé. Aarón tiene razón, y Moshé lo sabe

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Fueron inapropiadas las palabras de Moshé a Aarón (acerca de la muerte de sus hijos)? Si no lo fueron, ¿se equivocó Aaron al negarse a ser consolado por ellas?
  2. ¿Es justo esperar que Aarón ignore su dolor y continúe realizando su papel de líder espiritual del pueblo?
  3. ¿Cuál es el mensaje de las dos conversaciones juntas? ¿Debemos continuar a pesar de la pena y el dolor y la tragedia de la vida? ¿O debemos permitirnos un tiempo para ser humanos y realizar el duelo?

Al Rabino Yekutiel Halberstam, el Rebe de Klausenberg, vivió en carne propia el gueto de Varsovia, los campos de trabajo, la marcha de la muerte a Dachau, y luego el mismo Auschwitz. Él sobrevivió, pero su esposa y once hijos no. En Auschwitz, prometió de que si sobrevivía, se dedicaría a la vida. Decidió construir un hospital que honraría la imagen de Dios en cada ser humano. Le llevó quince años recaudar el dinero, pero eventualmente construyó el hospital Laniado en Netanya, Israel, dedicado a tratar a todos por igual, judío y árabe, israelí y palestino. Esto es lo que enseñó a sus seguidores después del Holocausto:

El mayor milagro de todos es que nosotros, los sobrevivientes del Holocausto, después de todo lo que presenciamos y vivimos, aún creemos y tenemos fe en el Dios todopoderoso, que su nombre sea bendecido. Esto, mis amigos, es el milagro de los milagros, el milagro más grande que haya tenido lugar.

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Por qué crees que el Rebe de Klausenberg eligió un hospital como su legado?
  2. ¿Describirías la fe como un milagro después del Holocausto? ¿Solo para los sobrevivientes o también para las generaciones siguientes?

En los dos diálogos entre los dos hermanos que vimos en La Idea Central, nace una valentía trascendental: el coraje de Aarón que tiene la fortaleza de hacer su duelo y no aceptar el consuelo fácil, y el coraje de Moshé que tiene la fortaleza de seguir adelante pese a su dolor. Es casi como si estuviéramos viendo el nacimiento de una configuración emocional que caracterizará al pueblo judío en siglos venideros. El judío es un pueblo que ha tenido una cuota adicional de sufrimiento. Como Aarón, no perdió su humanidad. No permitió que su sentido del dolor disminuya, agonice, pierda sensibilidad. Pero tampoco perdió la capacidad de seguir adelante, de continuar, de tener esperanza. Como Moshé, nunca perdió su fe en Dios. Pero como Aarón, nunca permitió que la fe anestesie sus sentimientos, su vulnerabilidad humana.

Me parece que es eso lo que ocurrió con el pueblo judío después del Holocausto. No hubo, ni hay palabras para silenciar el dolor o detener las lágrimas. Podemos decir – como le dijo Moshé a Aarón – que las víctimas eran inocentes, santas, que murieron al kidush Hashem, “santificando el Nombre de Dios.” Seguramente es cierto. Pero, sin embargo, “Aarón permaneció en silencio.”

Cuando se sucedieron todos los consuelos y explicaciones, el dolor permanece, sin alivio. No seríamos humanos si fuera de otra forma. Ese es, con certeza, el mensaje del Libro de Job. Los que quisieron consolarlo tenían una intención piadosa, pero Dios prefirió el dolor de Job a la justificación de la tragedia. Pero, como Moshé, el pueblo judío encontró la fuerza para continuar, para reafirmar la esperanza frente a la desesperación, la vida frente a la muerte. Apenas tres años después de encontrarse cara a cara con el Ángel de la Muerte, el pueblo judío, al establecer el Estado de Israel, enunció la afirmación singular más poderosa de los últimos dos mil años: Am Israel Jai, el pueblo judío vive. Moshé y Aarón eran como los dos hemisferios del cerebro judío: por un lado la emoción humana; y por el otro la fe en Dios, el Pacto y el futuro. Sin el segundo, podríamos haber perdido la esperanza. Sin el primero, habríamos perdido nuestra humanidad.

No es fácil mantener ese equilibrio, esa tensión. Pero es esencial. La fe no nos vuelve invulnerables a la tragedia, pero nos da la fortaleza para penar, y luego, a pesar de todo, seguir adelante.

Después del Holocausto, un pueblo saqueado, devastado regresó a la tierra de Israel y construyó allí uno de los estados más fuertes del mundo moderno. En las tierras salvajes construyeron granjas y plantaron bosques. En lugar de los estados totalitarios de los cuales muchos de ellos provenían, le dieron lugar a la democracia. De una población pequeña ellos crearon un ejército de un coraje invencible. En lugar de una Jerusalem “de duelo y en ruinas” ellos crearon una Jerusalem construida “como una ciudad que está unida en forma muy cercana”. Ellos hicieron que el idioma hebreo, el idioma de la Biblia, viva una vez más. Ellos construyeron yeshibot, ciudadelas de educación judía, haciendo que en las calles de Jerusalem resuene una vez más el eco de antiguas enseñanzas. Ellos trajeron comunidades judías amenazadas por persecuciones, a la seguridad. En conjunto, ellos provocaron la resurrección colectiva del pueblo judío de las sombras de la muerte a la tierra de la vida. Hoy cuando los judíos cantan el himno de Israel dice od lo avda tikvatenu, “nuestra esperanza no está destruida”.

Si preguntas cuál debería ser nuestra respuesta al Holocausto, diría esto: Cásense y tengan hijos, traigan una nueva vida judía al mundo, construyan escuelas, creen comunidades, tengan fe en Dios que tuvo fe en el hombre y asegúrense que Su voz se escuche donde sea que amenace el mal. Persigan la justicia, defiendan al indefenso, tengan coraje para ser diferente y luchen por la dignidad de la diferencia. Reconozcan la imagen de Dios en los otros y derroten el odio con amor. Dos veces al año, en Iom HaShoa y el Nueve de Av, siéntense en duelo por aquellos que murieron y recuerden los en sus plegarias. Pero por sobre todas las cosas, continúen viviendo como judíos.

Cuando me paro hoy en Jerusalem, o en una escuela judía, o veo una pareja judía bajo el dosel nupcial, o veo padres en una mesa de Shabat bendiciendo a sus hijos, hay veces que me veo superado por las lágrimas, no de tristeza o de felicidad, sino de sobrecogimiento frente a este pueblo que se enfrentó cara a cara con el ángel de la muerte y se negó a darle la victoria final. El pueblo judío vive, y sigue dando testimonio del Dios viviente.

Radical Then, Radical Now, pp. 183–184

PREGUNTAS PARA PENSAR

  1. ¿Cómo resume esta cita el mensaje contenido en Convenio y Conversación de esta semana?
  2. ¿Cómo se ha convertido tu vida en una respuesta al Holocausto?
  1. ¿Fueron inapropiadas las palabras de Moshé a Aarón (tras la muerte de sus hijos)? Si piensas que no, ¿se equivocó Aarón al ignorarlas?
  2. ¿Es justo esperar que Aaron ignore su dolor y continúe desempeñando su papel como líder espiritual del pueblo?
  3. ¿Cuáles son los dos ejemplos de coraje encontrados en la parashá? ¿Cuál crees que muestra más fortaleza?
  4. ¿Dónde puede verse el mensaje de la valentía de Aarón y Moshé en la historia judía de los últimos tiempos?
  5. De acuerdo con el Rabino Sacks, ¿qué se puede encontrar en “los dos hemisferios del cerebro humano” y quién encarna cada uno en la parashá?

¿Quieres ganar un Sidur con los rezos diarios semanales de Koren Aviv? Este Sidur ha sido diseñado para ayudar a los jóvenes a explorar su relación con Dios así como los valores, historia y religión de su pueblo. Envía un correo electrónico a: CCFamilyEdition@rabbisacks.org con tu nombre, edad, ciudad y una pregunta u observación sobre la parashá de Convenio y Conversación Edición Familiar. Los participantes deben ser menores de 18 años. Cada mes seleccionaremos dos de las mejores, y ambos recibirán un Sidur dedicado por el Rab Sacks! Gracias a Koren Publishers por la amabilidad de donar estos maravillosos Sidurim.

LA IDEA CENTRAL

  1. Moshé tenía razón al tratar de consolar a Aarón explicando el contexto de la muerte de sus hijos, que eran santos, pero que cometieron un error humano. Moshé trató de darle a Aarón la fuerza para seguir adelante, a pesar de esta tragedia y su dolor. Sin embargo, Aarón no podía oír las palabras, debido a su dolor. Tal vez era demasiado pronto para que él considerara la posibilidad de seguir adelante y que necesitaba en este momento estar en un lugar de dolor.
  2. Aarón está funcionando en dos niveles – como un ser humano, que está padeciendo por la pérdida de sus hijos, y como el líder sacerdotal espiritual del pueblo judío. La gente confía en él, y Moshé le recordó esa responsabilidad. Si bien no es justo ignorar o descartar su dolor, y mientras Moshé tenía que permitirle estar de luto, Moshé tenía razón al recordarle a Aarón que él también tenía responsabilidades para con el pueblo.
  3. El mensaje de las dos conversaciones en conjunto, es que necesitamos encontrar un equilibrio. El judaísmo siempre toma este acercamiento a la alegría y al dolor. A veces, en la cúspide de nuestra felicidad todavía encontramos espacio para el dolor. Ejemplos de esto incluyen decir izkor en Iom Tov, romper un vaso para recordar la destrucción del Templo bajo la jupá, y la transición de Iom Hazikaron a Iom HaAtzmaut. En la sección Pensando Más Profundamente, el Rabino Sacks sugiere que este mensaje fue actualizado en la historia judía reciente cuando la generación que sufrió el Holocausto siguió adelante para construir el incipiente estado de Israel. Ignorar completamente el sufrimiento de la historia judía es negar nuestra propia humanidad. Sin embargo, quedar paralizado por el dolor es inherentemente no-judío. Debemos seguir adelante con coraje.

UNA VEZ SUCEDIÓ…

  1. Un hospital representa curación y vida, la antítesis del Holocausto. Este hospital en particular, fue fundado en los principios de honrar la imagen de Dios en cada ser humano sin importar su religión o raza. Esta es una respuesta muy acertada al Holocausto, perpetrado por personas que tenían una filosofía basada en los ideales opuestos.
  2. El Rebe de Klausenberg experimentó lo peor de la humanidad durante el Holocausto, suficiente para que una persona se cuestione la creencia en Dios. Muchas personas que vivieron el Holocausto perdieron su fe y nadie está en una posición para juzgarlos por esto. Para el Rebe, va contra la razón que alguien mantenga su fe en Dios después de semejante experiencia. Sin embargo, él y muchos miles de sobrevivientes mantuvieron su fe, y describieron esto como un milagro (un acto que va en contra de un razonamiento racional). El Rabino Eliezer Berkovits en su libro Faith After the Holocaust (Fe después del Holocausto) sugiere que debido a estos sobrevivientes que lograron mantener su fe intacta, nosotros, las generaciones posteriores, no podemos usar el Holocausto como una razón para perder la fe. Sin embargo, es difícil reflexionar sobre este periodo de la historia judía, y es comprensible que genere cuestionamientos para muchos. Quizás el milagro es el renacimiento del pueblo judío en los años que siguieron al Holocausto, un testimonio de la fe de esa generación (ver Del Pensamiento del Rabino Sacks).

DEL PENSAMIENTO DEL RABINO SACKS

  1. Para algunas cosas, el verdadero consuelo nunca llegará. Pero eso no significa que no hay forma de seguir adelante, y el duelo debilitante debe ser evitado. Sin embargo, no hacer el duelo, ignorar o desestimar la tragedia, es algo que no tiene humanidad. Esta es una lección importante a nivel individual y nacional. Esta cita muestra cómo el pueblo judío ha encontrado un lugar para expresar su duelo y dolor (en días específicos del año) mientras muestra un coraje y un impulso para renacer que no tienen igual.
  2. Simplemente vivir como judío es una victoria sobre las fuerzas del mal que estaban detrás del Holocausto (que tristemente aún podemos encontrarlas en la sociedad actual). Casarse y tener hijos, vivir una vida judía orgullosa, basada en los valores de la Torá y de nuestros antepasados, son todas formas de responder al Holocausto.

ALREDEDOR DE LA MESA DE SHABAT

  1. Ver La Idea Central, respuesta 1.
  2. Ver La Idea Central, respuesta 2.
  3. El coraje de Aarón quien tiene la fuerza para realizar su duelo y no aceptar un consuelo fácil, y el coraje de Moshé que tiene la fuerza para seguir adelante a pesar del dolor. A veces enfrentarnos al duelo y no encontrar forma de explicarlo (por ejemplo, “es la voluntad de Dios”) es tan valiente como superar el dolor (es posible que el dolor no desaparezca – vivir con el dolor es lo que requiere coraje) y construir un futuro mejor.
  4. La historia judía posterior al Holocausto demuestra estos dos tipos de coraje. “No existieron, ni existen, palabras para callar el dolor o terminar las lágrimas” – no existe una explicación para el Holocausto. Pero, como Moshé, el pueblo judío encontró la fuerza para continuar, para reafirmar la esperanza frente a la desesperación, la vida frente a la muerte. Apenas tres años después de encontrarse cara a cara con el Ángel de la Muerte, el pueblo judío, al establecer el Estado de Israel, enunció la afirmación singular más poderosa de los últimos dos mil años: Am Israel Jai, el pueblo judío vive.
  5. La emoción humana en un hemisferio, y la fe en Dios, el Pacto y el futuro en el otro. Sin el segundo, podríamos haber perdido la esperanza. Sin el primero, habríamos perdido nuestra humanidad.Aarón representa el coraje para abrazar la emoción humana y lo que significa ser humano, y Moshé representa la fe en Dios y el futuro, y la necesidad de construir y progresar a pesar del duelo y el dolor.

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Esta Edición Familiar es una guía al ensayo principal de Convenio y Conversación para  Sheminí 5779 que puedes leer aquí.

Traducción y edición

  • Iair Salem
  • Carlos Gómez
  • Inés Jawetz
  • Abraham Maravankin